11 años de Cine 9009 en línea.

El próximo 19 de febrero de 2017, Cine 9009 cumplirá once años en línea. Sí, jodíos, cuéntenlos, once en total desde su inauguración en el ya lejano 2006. Y para celebrar, estamos embarcados en una minimaratón de posteos. De manera que entre el domingo 12 y el domingo 19 del febrero que ya mencionamos, habrá un posteo nuevo con una peli nueva cada día, en donde aprovecharemos de repasar algunas que vimos en el cine, y que por un motivo u otro no acabaron publicadas en su día. Y a no quejarse de que llegó demasiado tarde, que ya no las podemos ver en el cine y otras cosas. También está el cable, el streaming, los DVDs para los cuatro gatos que todavía los compran, y... er... well... medios menos legales para conseguírselas. Además, si fuera por eso, no habría posteado pelis de cine mudo que se estrenaron hace sus buenos 90 o 100 años atrás. De manera que... disfruten, y saludos para todo el mundo (eeeeeexcepto para ese perejil de allá... sí, tú, a tí te hablo... el de la IP chistosa... te reconozco, eres el imbécil que no apagó el smartphone el otro día en el cine. Cretino. Pero para el resto, saludos).

domingo, 30 de abril de 2006

"El mercader de Venecia" (2004).


-- "The Merchant of Venice" (título original), "William Shakespeare's The Merchant of Venice" (título para distribución en Estados Unidos). Estados Unidos / Italia / Luxemburgo / Inglaterra. Año 2004.
-- Dirección: Michael Radford.
-- Actuación: Al Pacino, Jeremy Irons, Joseph Fiennes, Lynn Collins, Zuleikha Robinson, Kris Marshall, Charlie Cox, Heather Goldenhersh, Mackenzie Crook, John Sessions, Gregor Fisher, Ron Cook, Allan Corduner, Anton Rodgers, David Harewood.
-- Guión: Michael Radford, basado en la obra de William Shakespeare.
-- Banda Sonora: Jocelyn Pook.

-- "El mercader de Venecia" en IMDb.
-- "El mercader de Venecia" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Venecia, a finales del siglo XVI. Dentro de Venecia, la más liberal de las naciones europeas de su tiempo, anida la semilla del fanatismo religioso, que se descarga contra los judíos, recluidos en ghettos y menospreciados por las gentes. El irresponsable joven Basanio se ha enamorado de una linda chica llamada Porcia, pero como ha malgastado toda su hacienda en lo que pulcramente podríamos llamar "pecadillos de juventud", le pide ayuda a su buen amigo (y algo más, por lo que insinúa la película) Antonio. Como éste tiene todos sus fondos en barquitos echados a la mar, pues bien, le pide un préstamo de emergencia al judío Shylock, quien le hace firmar un pagaré con una inusual condición: de no restituirse 3000 ducados en tres meses, Antonio habrá de pagar con una libra de carne humana... propia, se entiende. Pues bien, mientras Basanio está lejos, tratando de enredarse en las sábanas de la bella Porcia, los lindos barquitos de Antonio se van a pique, y se queda sin blanca para pagar, por lo que Shylock echa a andar el procedimiento legal correspondiente para cobrar su libra de carne humana. Ahora, la inhumanidad del judío que busca vengarse de las humillaciones que le infligen los cristianos, pondrá a Antonio en una situación de la que quizás no salga con vida.

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Hacia 1594 (los propios biógrafos shakesperianos no se ponen de acuerdo con la fecha exacta), Shakespeare escribió esta obrita que supuestamente iba a ser una comedia romántica de enredos. Como una subtrama casi accesoria, metió la intriga de un judío maligno que pone en aprietos a un amigo del jovencito. El problema es que el morbo de la situación secundaria terminó por comerse con todo y zapatos a la historia romántica que supuestamente era la principal (si leen la obra original, verán que ésta se abre y se cierra con los avatares románticos de Basanio, y que Shylock sale de circulación bastante antes del final). "El mercader de Venecia" se transformó en una obra popular de Shakespeare porque plantea casi de manera casual (probablemente SEA casual) algunas cuestiones filosóficas sobre la naturaleza humana (¿se puede vender el propio cuerpo?, si todos los seres humanos somos iguales ¿con qué derecho puede uno llevarse una tajada del otro?)... y también por la manera casi vampírica en que Shylock pretende destruir a Antonio. No es raro que las connotaciones de la historia hayan llamado la atención de Michael Radford, un cineasta de producción más bien escasa, pero contundente ("1984", "El cartero"). Esta película sigue a rajatabla los postulados de Radford: el análisis y la disección del poder, cómo el poder degrada no sólo a quienes no lo tienen sino también a quienes lo detentan, qué pasa cuando se invierten las relaciones de poder, cómo el tener poder no necesariamente implica tener la ética y la razón de parte de uno. El resultado es... ejem... cómo lo dijéramos... es una adaptación de Shakespeare razonablemente buena (el guión está construido casi entero a partir de la obra, y en la ordenación de las escenas hay sólo un cambio, adelantando una escena romántica secundaria y prescindible entre Jessica y Lorenzo), a pesar de que para darle su peculiar lectura, Radford tiene que incurrir en forzar a veces las situaciones de manera un tanto irritante.

¿POR QUÉ VERLA?

-- A pesar de estar ambientada a finales del siglo XVI, la historia hace algunos guiños a la situación y momento actual. Hay alusiones bien concretas a la intolerancia religiosa y al fanatismo fundamentalista, especialmente con el prólogo no shakesperiano de la película, cosas que no están en la obra original. Shylock, que para Shakespeare es un villano diabólico (¡y judío, más encima!, para que vean lo que era el antisemitismo en otros tiempos), para Radford es un ser humano hundido en sí mismo por las humillaciones que le propinan los demás. Claro que estas alusiones suenan un poco forzadas, debido al prurito de Radford por respetar la obra original, y pues bien, en Shakespeare no hay nada de ese espíritu, pero en fin.

-- Las caracterizaciones de los personajes son notablemente buenas. Al Pacino construye un Shylock bastante aceptable, en fisonomía y en expresiones faciales, aunque cae en el vicio de sus papeles en los últimos quince años, a saber, hacer una gran actuación a punta de gritar y chillar (gritando y chillando, hasta yo actúo bien). Jeremy Irons sigue siendo el mismo carepalo actoralmente sobredimensionado, pero su Antonio no deja de ser una interesante lectura del original shakesperiano. Joseph Fiennes (que ya había dicho "I was a teenage Shakespeare" en "Shakespeare apasionado") está inesperadamente acertado como Basanio, aunque pudiera ser que eso es porque el actor es tan chulo como el personaje de Basanio lo exige, pero en fin. Y Porcia aparece de verdad como una chica linda y deseable, tal y como el rol lo exige. Y de que las chicas en general le añaden harto morbo al asunto (otra cosa que no está en el original shakesperiano, o al menos no con connotaciones tan abiertamente bisex), lo añaden...

-- Como decíamos, los diálogos están casi al pie de la letra de Shakespeare, así es que quien quiera enterarse de qué va la obra con fidelidad a la fuente sin aburrirse leyendo el libro, aquí hay una buena manera.

-- Toques escénicos que incrementan el morbo y lo malsano de la situación: Venecia eternamente en la bruma, prostitutas venecianas enseñando sus encantos más cercanos al grotesco canon barroco que al delicado canon renacentista, la insinuación bastante directa de una relación homosexual entre Antonio y Basanio, etcétera.

IDEAL PARA: Adeptos del teatro clásico y dizqueintelectuales amantes de las películas con segundas lecturas.

jueves, 27 de abril de 2006

"Bajos instintos 2: Adicción al riesgo" (2006).


-- "Basic Instinct 2: Risk Addiction". Estados Unidos. Año 2006.
-- Dirección: Michael Caton-Jones.
-- Actuación: Sharon Stone, David Morrissey, Indira Varma, Charlotte Rampling, David Thewlis, Hugh Dancy, Anne Caillon, Iain Robertson, Stan Collymore, Kata Dobó, Flora Montgomery, Jan Chappell.
-- Guión: Leona Barish y Henry Bean, sobre el personaje creado por Joe Eszterhas.
-- Banda Sonora: John Murphy.

-- "Bajos instintos 2: Adicción al riesgo" en IMDb.
-- "Bajos instintos 2: Adicción al riesgo" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Un automóvil deportivo último modelo corre por las calles de Londres a 160 km/h. A bordo maneja Catherine Tramell, mientras le mete mano "ahí" un negro musculoso, y medio atontado. El automóvil se estrella (¿es estrellado intencionalmente?) contra una baranda, se sumerge en el río, y Catherine Tramell consigue escaparse. Scotland Yard se pone suspicaz, porque aparecen algunas jeringas, parece que el copiloto (una estrella de fútbol) tenía los pulmones paralizados por alguna clase de droga, y en definitiva no sería un accidente sino un asesinato. Derivan a Catherine Tramell con un locólogo forense que le va a hacer un diagnóstico. ¿Resultado? Catherine Tramell es una antisocial adicta al riesgo, que oscila entre la sensación de omnipotencia divina y el miedo "a no ser nada", o algo similar. Pero por un tecnicismo legal la liberan, y ella, ni corta ni perezosa, corre a embobarse al locólogo. Y éste, tan tontito él, cae redondo. De hecho, para pasar sus ratos de lujuria se come a una colega, pero la terapia de sustitución no funciona muy bien, tiene cada vez más ganas de echarse entre pecho y espalda a Catherine Tramell, y etcétera. A la vez, comienzan a aparecer cadáveres, el de su lujuriogénica ex-esposa entre ellos, y sólo él sabe que él mismo no ha sido, y que probablemente Catherine Tramell haya vuelto a las andadas...

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

En 1992, "Bajos instintos" resultó en un clásico instantáneo. Paul Verhoeven, hasta entonces conocidos por clásicos cienciaficcioneros como "Robocop" y "El vengador del futuro", le dio vida a un estrambótico guión de Joe Eszterhas, consiguiendo hacerla una película recomendable y creando el subgénero del "policial erótico de alto presupuesto". Desde entonces se rumoreó muchas veces que habría una segunda parte, pero en fin, Sharon Stone dijo que no porque sus bonos habían subido mucho, además de que quería desmarcarse de su perfil de prostituta cara, como si actoralmente ella sirviera para otra cosa. Y como el tiempo fue inflexible con ella, perdiéndose cada vez más en subproductos de segunda y tercera, pues bien, no le quedó mas remedio que volver a la franquicia de la que había renegado. La parición fue todo lo sifícil que se podía: ante la negativa de Sharon Stone se cotejaron los nombres de Demi Moore y Ashley Judd, y Paul Verhoeven, después de considerar seriamente la posibilidad de dirigir la secuela, desechó la idea, considerándose entonces los nombres de David Cronenberg (hubiera salido algo aún más zafado si se puede), de John McTiernan (sí, el de "Duro de matar" y "Trece guerreros"), e incluso (¡¡¡AJJJ!!!) Jan de Bont. Cuando Sharon dijo "sí", Michael Douglas dijo "no", en gran parte por las presiones de la por entonces flamante nueva esposa, Catherine Zeta Jones, quien tenía bien clarito que a su maridito el rol de Nick Curran en la primera le había costado una adicción al sexo y un bullado divorcio de un matrimonio hasta entonces modelo de estabilidad en Hollywood. Después le preguntaron a varios otros actores, quienes dijeron que Sharon ya está muy vieja para hacer creíble una atracción irresistible y compulsiva hacia ella... El resultado final es todo lo previsible que es en el caso de que nadie tiene la más mínima idea de hacia donde van los tiros: una película que no tiene ni pies ni cabeza.

¿POR QUÉ VERLA?

-- La secuencia inicial en el automóvil es todo lo perversa que se supone debería haber sido "Bajos instintos 2", con la vinculación fetichista entre sexualidad y máquinas, al haber una masturbación en un automóvil lanzado a toda velocidad (¿alguien vio "Crash", de Cronenberg...?). Lástima que después hayan casi dos horas más de película.

-- Las chicas cumplen con tener cuerpos dignos de ser lamidos, chupados, etcétera. Lástima que ni a Flora Montgomery ni a Indira Varma (esta última empelotada en glorioso tecnicolor en la índica "Kamasutra", y en "Roma" de HBO) las muestren demasiado: ¿celos profesionales de la envejecida Sharon? En cuanto a Sharon Stone, no la muestran demasiado, tampoco la muestran excesivamente caliente, y en definitiva es cierto eso de que ya no está para despertar los bajos instintos de nadie (o de nadie que no sea gerontófilo, digamos).

-- La trama podría haber sido interesante y tenía buenas ideas, pero los guionistas (los notablemente ineficientes Leora Barish y Henry Bean, ¡¡¡ELLOS FUERON, ELLOS FUERON, A POR ELLOS!!!) las despilfarran alegremente mientras tratan de forzar las situaciones para que encajen dentro del argumento de la primera. A la vez, el director Michael Caton-Jones, hijo ilustre de la cuarta fila, omite todo detalle que pueda ser un rasgo de genialidad. El paseíto por el prostíbulo no se ve perverso, sino simplemente cutre, las secuencias de sexo son soporíferas, etcétera.

-- Hay una cierta profundización en la personalidad de Catherine Tramell, que cuenta como lo mejor de la película. Y nótese que escribí "una cierta" antes de "profundización", porque la psicología de baratillo que se saca de la manga el locólogo de turno lo retrata muy bien como el profesional incompetente que después revela ser (por cierto, las escenas de David Morrissey tratando de poner cara de cachondo producen una sensación a medio camino entre la risa y la conmiseración).

IDEAL PARA: Recomendársela a todos aquellos quienes en su día renegaron de "Bajos instintos" como un bodrio, para que cierren sus estúpidas bocotas de una vez.

miércoles, 26 de abril de 2006

"El cuerpo del delito" (1993).


-- "Body of Evidence". Estados Unidos. Año 1993.
-- Dirección: Uli Edel.
-- Actuación: Willem Dafoe, Madonna, Joe Mantegna, Anne Archer, Frank Langella, Julianne Moore, Jurgen Prochnow, Michael Forest, Charles Hallahan, Mark Rolston, Richard Riehle, D. Scot Douglas.
-- Guión: Brad Mirman.
-- Banda Sonora: Graeme Revell.

-- "El cuerpo del delito" en IMDb.
-- "El cuerpo del delito" en la Wikipedia en inglés.

DE QUÉ SE TRATA.

Día lluvioso. Un fulano aparece muerto en la cama. Como está podrido en millones, la investigación policial va en serio. Aparece una cinta de video en donde se ve al muertito siendo montado por la casquivana "material girl", "like a virgin"... ya saben de quién hablo. Acusación judicial: todo es parte de una hórrida conspiración en donde la perra le metió sexo sadomasoquista a morir, con la expresa intención de matarlo y quedarse con la pasta. O sea, el cuerpo de ella es el arma homicida. El resto de la película muestra dos cosas: a.- Los detalles del aburridísimo juicio posterior, y b.- Como la bitch se fornica en tecnicolor a su abogado defensor. Y por si el concepto no ha quedado claro, lo explicamos: esto no es una comedia negra, se supone que va en serio.

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

A comienzos de la década de 1990, el extraño mundo de Reagan comenzaba a disolverse, haciendo agua por todas sus costuras. Entre las películas que abrieron la época Clinton estaba (sintomáticamente) "Bajos instintos". Pelea de perras subsiguientes: Madonna se puso celosa de que Sharon Stone fuera el nuevo símbolo sexual, así es que se decidió a destronarla con una película que fuera clónica de la anterior. Se cambia la investigación policial por un juicio, pero se mantiene la ecuación perra+pobrecito, y ¡voilà! Por desgracia, algo no funcionó en el camino.

¿POR QUÉ VERLA?

-- Esta película es para partirse de risa, con el humor involuntario que suelta a ratos. O sea, cuando dan risa las escenas de sexo de una película cuyo punto fuerte supuestamente era el erotismo depravado y morboso, es que algo anda terriblemente mal. Ver a Madonna poniendo cara de caliente, y a Willen Dafoe poniendo expresión de pobre víctima, es de por sí algo para rematarse de la carcajada.

-- La fotografía está llena de luces y sombras al estilo de las películas de femme fatale de la década de 1940. Esto, que podría haber sido una suerte de homenaje a ese viejo estilo de cine, se convierte en otro abundante surtidor de comedia. Los Animaniacs, que son más o menos de la época, no lo habrían hecho mejor.

-- Es una comedia con elenco estelar. O sea, ¿le echaron un vistazo al reparto? Joe Mantegna trata de poner aire serio y pareciera a cada minuto acordarse de su papel de ladrón torpe en "¡Cuidado, bebé suelto!". Anne Archer trata de aparecer como sex symbol. Vemos a Julianne Moore en su época "Jurassic Park", cuando recién comenzaba a dar que hablar, haciendo desnudo integral antes de que su remuneración se hiciera excesiva para que algún productor pudiera costear esos dispendios. En cuanto a Frank Langella, pobrecito, a finales de los '70s iba de Drácula elegante por la vida, y miren en lo que fue a parar... (no se crean, hace poco lo vimos en "Buenas noches y buena suerte", para que se vean).

-- ¿Ya mencionamos que Madonna se llevó el Premio Razzie a la Peor Actuación Femenina ese año, por este rol? ¿Que le ganó ese galardón a Melanie Griffith, Janet Jackson, Demi Moore y Sharon Stone (ese año iba por "Sliver")? ¿Y que su actuación era realmente merecedora de dicha "distinción"...?

-- Los diálogos son verdaderas perlas. Es la primera vez que veo, en la realidad o en la ficción, a un abogado diciéndole al abogado de la contraparte: "debiste ganar tú ese caso". O Madonna diciendo con orgullo: "eso es lo que sé hacer mejor: fornicar".

-- (¿Mencionamos que este gran resbalón tuvo como productor al venerable Dino de Laurentiis, el hombre tras clásicos como "La loba", "La strada" de Fellini, el "Ulises" con Kirk Douglas, "Barrabás", "La Biblia", "Capricho a la italiana", "Barbarella", "Serpico", "Los tres días del cóndor", el "King Kong" de 1976, "El huevo de la serpiente" de Ingmar Bergman, "Flash Gordon", "Conan el Bárbaro", "Dune", "El año del dragón", "Cazador de hombres", "Hannibal" y "Dragón rojo"? ¿No decíamos que éste es una caída de alturas...?).

IDEAL PARA: Seguirle refregando a Madonna lo mal que actúa (incluso para fingir sus orgasmos, eso ya es mucho).

"Bajos instintos" (1992).


-- "Basic Instinct". Estados Unidos. Año 1992.
-- Dirección: Paul Verhoeven.
-- Actuación: Michael Douglas, Sharon Stone, George Dzundza, Jeanne Tripplehorn, Denis Arndt, Leilani Sarelle, Bruce A. Young, Chelcie Ross, Dorothy Malone, Wayne Knight, Daniel von Bargen, Stephen Tobolowsky, Benjamin Mouton, Jack McGee, Bill Cable.
-- Guión: Joe Eszterhas.
-- Banda Sonora: Jerry Goldsmith.

-- "Bajos instintos" en IMDb.
-- "Bajos instintos" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Un pijo con plata, dueño de una disco decadente, es convertido en cebollas en escabeche por su amante, una chica rubia y con un cuerpo para pegársele como pulpo. La principal sospechosa es una psicóloga que le gusta el sexo con cocaína, es bi, y no usa ropa interior bajo su cortísima minifalda. El policía las está pasando crudas por una investigación interna, y porque viene saliendo de una relación con otra psicóloga, que tiene un cuerpo que tampoco desmerece, la verdad. El policía se mete, se mete y se mete, y termina acostándose en la cama del delito con la principal sospechosa. Y la pasan tan bien, que se las arreglan para sobrevivir mientras que hay escabechina de todo el resto de los personajes.

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Era el tiempo final de la sexualmente deprimente Era Reagan (no se engañen, Bush padre era más de lo mismo, pero en versión cutre), y se estaban poniendo de moda las películas calentonas de alto presupuesto. Es decir, películas de alto presupuesto con un remedo de trama, y con harta (o no tanta) lujuria incorporada. Es decir, estamos hablando de "Atracción fatal", "Una propuesta indecente", "Ghost", "El cuerpo del delito", "Acoso sexual", "Sliver", "El especialista", "El amante", "El color de la noche", etcétera. Ni qué decir que en la mayoría de ellas, las escenas de sexo darían hoy en día risa, de no ser porque el cine, lejos de seguir en un buen y sano destape, se ha vuelto ahora tanto o más monástico que el de los '50, y en general los blockbusters son todos calientasopa (harta sensualidad, harto bikini, harta ropa gimnástica de lycra), pero poco de acción de verdad.

¿POR QUÉ VERLA?

-- Por el sexo. No es por nada que Sharon Stone se hizo famosa después de esta película, y quedó encasillada en roles de mujer carnívora como los de "Sangre y arena", "Sliver" o "El especialista". Aunque Jeanne Tripplehorn tampoco se queda atrás.

-- No cuenta como escena de sexo, pero casi: la famosa escena del cruce de piernas de Sharon Stone. Sin comentarios, ¿no?

-- Michael Douglas haciendo saltitos al volante en las calles de San Francisco. No lo hacía desde los tiempos en que era el patiño de Karl Malden, en la serie de televisión que se llamaba... ¿adivinan?

-- La discoteca homo-bi-trans-meta-ultra-sex, es un lugar tan decadente e inmoral, que tocan punchipunchi technohouse (se ve que la película es antes del rave). No se sabe de alguien que haya hecho el experimento, pero afinando el oído, capaz que se escuche Haddaway, Corona y 2 Unlimited de fondo. Al menos ya sabemos cómo nos reiremos de la fiesta satan-rave de "Mátrix recargado", en diez años más ("¿y esto lo encontraban música para chicos malos? ¡Ajústate el audífono, abuelo!").

-- Porque cimentó la triste fama de Joe Ezsterhas como guionista (fue nominado a los Premios Razzie como peor guionista del año, compitiendo con "El guardaespaldas", "Cristóbal Colón: El descubrimiento", "Deseo y decepción", "Un destello en la oscuridad", y perdiendo ante "¡Para, o mamá dispara!"). Fama que después confirmaría con bodrios espectacularmente malos como "Sliver", "Jade" y "Showgirls", con historias terribles en las que, para colmo, había menos sexo cada vez.

-- Porque, pongámonos serios, Paul Verhoeven consiguió el imposible de hacer una buena película, entretenida y con bastante tensión y suspenso, a partir de una historia bodriosa y unos actores terribles, lo que lo acredita desde ya como un gran director (ha tenido momentos memorables, como "Robocop", y otros horripilantes, como "Showgirls").

-- Por la mitología adyacente a la película: que no actuaban y se lo faenaban de verdad, que Michael Douglas quedó loco con la Stone y tuvo que ir a parar a terapia para dejar de tenerle tanto gusto a eso de follar...

IDEAL PARA: Bueeeeeeeeeeeeeeeeeehhhhhhhhhhhh... Sean honestos, ésta no la van a ver porque sea intelectualmente profunda, ¿verdad?

miércoles, 19 de abril de 2006

ESPECIAL MENSUAL Nº 2: VIAJE A LAS ESTRELLAS (PARTE 1).

CINE 9009 repite regalo. En Marzo pasado saludó su primer mes con un especial de cinco películas clásicas. Ahora, saluda su segundo mes con el primer especial, de un total de dos, en donde repasará la filmografía completa de la monumental saga espacial de "Viaje a las Estrellas"... monumental por cantidad de películas, al menos, que la calidad no siempre ha sido la de desear. De manera que este mes le corresponde el turno a:

Viaje a las estrellas: La película.
Viaje a las estrellas II: La ira de Khan.
Viaje a las estrellas III: La búsqueda de Spock.
Viaje a las estrellas IV: El regreso a casa.
Viaje a las estrellas V: La última frontera.

Y para el tercer mes de vida, o sea, para el próximo 19 de Mayo, quedan pendientes las cinco restantes. Porque no sólo de estrenos vive el cinéfilo, sino de todo aquello que el cine arte, los DVDs, los VHSs (¿siguen existiendo?), los P2Ps, el cable y la TV abierta ofrece el Señor. Nos vemos durante el tercer mes en... ¿en dónde? ¡¡¡DÍGANLO EN VOZ ALTA...!!! ¡¡¡SÉ QUE SE LA SABEN...!!! Eso es, en CINE 9009.

"Viaje a las estrellas V: La frontera final" (1989).


-- "Star Trek V: The Final Frontier". Estados Unidos. Año 1989.
-- Dirección: William Shatner.
-- Actuación: William Shatner, Leonard Nimoy, DeForest Kelley, James Doohan, Walter Koenig, Nichelle Nichols, George Takei, David Warner, Laurence Luckinbill, Charles Cooper, Cynthia Gouw, Todd Bryant, Spice Williams-Crosby, Rex Holman, George Murdock.
-- Guión: David Loughery, basado en una historia de William Shatner, Harve Bennett y David Loughery, sobre los personajes creados por Gene Roddenberry.
-- Banda Sonora: Jerry Goldsmith.

-- "Viaje a las Estrellas V: La frontera final" en IMDb.
-- "Viaje a las Estrellas V: La frontera final" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

En un planeta desértico surge un misterioso predicador religioso, quien conoce nada menos que la posibilidad de encontrar a Dios en un planeta en el centro del universo, o alguna memez semejante. Como suele suceder con toda clase de locos y pirados en esta macrosaga galáctica, éste consigue abrirse paso hasta la Enterprise, y entra en contacto con la tripulación. Todos se embarcan entonces a la que supuestamente es la más grande aventura de sus vidas. O algo así. Y como esta película es rematadamente mala, reventemos el final y ahorrémosle la pena a los espectadores (de todas maneras es recomendable sólo para los fanáticos trekkies, y ellos ya la vieron, así es que...): la criatura que encuentran es muy poderosa, pero no es Dios; el predicador loco alienígena muere, y la tripulación del Enterprise escapa por los pelos. ¿Sorpresivo...?

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

La trilogía conformada por "La ira de Khan", "La búsqueda de Spock" y "El regreso a casa" había dejado muy alto el listón en la saga, y con buena vitalidad. Nicholas Meyer había sentado sólidas bases con la primera, y Leonard Nimoy la había continuado de manera algo más básica, pero con eficiencia y elegancia. Con lo que el estrellita Shatner se enojó y dijo que ya que le había tocado turno a Spockie, pues bien, ahora le tocaba dirigir A ÉL. La escribió, dirigió y protagonizó, y resultó todo lo desastrosa que podía ser, porque digámoslo con todas sus letras, a pesar de ser judío canadiense, William Shatner es el mejor representante de la vulgaridad yanki de la legendaria tradición de los McDonalds y el western ramplón (quizás por eso el capitán Kirk es un personaje tan popular en Estados Unidos, rasgo inmisericordemente satirizado en "Héroes fuera de órbita" por otra barra de plomo como es Tim Allen). No es chiste: "Viaje a las estrellas V" estuvo a punto de ser la última de la saga, tan mal le fue con el público y la crítica.

¿POR QUÉ VERLA?

-- Es una buena muestra de que las ideas sin talento no sirven para nada. La historia era poderosísima y tenía hondas connotaciones filosóficas (un viaje iniciático para encontrar a Dios), pero está tratada con la sutileza y el tino de un pescarife arrancándoles las tripas a sus pescados. Es también una crudísima demostración del trasfondo ideológico yanki estilo "Destino Manifiesto" de "Viaje a las estrellas", en el peor sentido posible del término.

-- ¿Quieren ver una en donde Kirk sea el protagonista? En todas las otras películas y en las series de televisión, el carácter ramplón estilo general sudista de Kirk es contrapesado por la filosofía etérea de Spock y por los comentarios rabiosos, pero llenos de sentido común, del Doctor McCoy. Aquí, en cambio, como Shatner la dirige y escribe, es Kirk quien roba cámara indiscriminadamente, tiene los diálogos brillantes, y salva todas las situaciones, mientras que todo el resto de los personajes hace el payaso, a cuál de una manera aún más patética si cabe. Deplorable.

-- El baile erótico de Uhura. Sí, a su venerable edad (Nichelle Nichols tenía ¡56! al hacer esta película, y se empezaban a notar), se saca la ropita y organiza lo que en lenguaje Futurama sería un "gracioso nudismo alienígena" como maniobra de distracción para los malos. Y los malos... ¡pican el anzuelo! (la escena era de noche, en todo caso).

-- La frase más vulgarmente profunda de toda la saga "Star Trek": Kirk diciéndole al alienígena pseudoDios: "¿Para qué Dios necesita una nave espacial...?".

IDEAL PARA: Fanáticos trekkies completistas, o bien cineastas interesados en escribir un manual sobre "cómo no hacerlo".

"Viaje a las estrellas IV: El regreso a casa" (1986)


-- "Star Trek IV: The Voyage Home". Estados Unidos. Año 1986.
-- Dirección: Leonard Nimoy.
-- Actuación: William Shatner, Leonard Nimoy, DeForest Kelley, James Doohan, George Takei, Walter Koenig, Nichelle Nichols, Jane Wyatt, Catherine Hicks, Mark Lenard, Robin Curtis, Robert Ellenstein, John Schuck, Brock Peters, Michael Snyder.
-- Guión: Steve Meerson, Peter Krikes, Harve Bennett y Nicholas Meyer, basados en una historia de Leonard Nimoy y Harve Bennett, sobre los personajes creados por Gene Roddenberry.
-- Banda Sonora: Leonard Rosenman.

-- "Viaje a las Estrellas IV: El regreso a casa" en IMDb.
-- "Viaje a las Estrellas IV: El regreso a casa" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Mientras los protas gozan de unas vacaciones forzadas en Vulcano, cortesía del Señor "Amnesia" Spock, la Tierra está otra vez en problemas. Una nueva presencia alienígena capaz de anular todos los aparatos defensivos terrestres, comienza a hervir los mares, amenazando con exterminar a la Humanidad. El Almirante Kirk, que pasaba una vez más por ahí con los suyos a bordo de una navecita klingon robada en la entrega anterior, descubre que la nave sonda alienígena está tratando de comunicarse con una especie inteligente que, ¡oh sorpresa!, no son los humanos sino las ballenas, y que hierven los mares buscándolas con espíritu de niño desordenado levantando la ropa sucia tirada en el suelo para descubrir su juguete favorito. Por esas casualidades del guión, hay un sistema experimental nunca probado (otro más) para regresar en el tiempo, que permitiría a la tripulación regresar al siglo XX, sacar algunas ballenas y reimplantarlas en pleno siglo XXIII, para que ellas de alguna manera resuelvan el entuerto creado por los mismos humanos al extinguirlas. El resto de la película es ver a los tripulantes del Enterprise haciendo el payaso en San Francisco, 1986.

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

En la tercera entrega había quedado casi todo bien amarrado, salvo los eventuales cargos de insubordinación contra Kirk. Ahora podían filmar una historia independiente a la que sacarle jugo. ¡Y de qué manera! La cuarta parte sigue una premisa bien simple: ¿qué pasaría si los adorables personajes de fantasía (¡perdón, del siglo XXIII!) aparecieran en nuestra realidad (¡perdón, en 1986!)? Y le sacan bastante partido a la idea. No hay que olvidar que esta película fue hecha en plena Era Reagan, y es todo lo políticamente incorrecta que puede. Abajo los militares y la Guerra Fría, arriba el pacifismo, el ecologismo y la preservación de las especies, es la consigna. Algo que estaba siempre solapado en la serie, pero que ahora se manifiesta con más crudeza que nunca.

¿POR QUÉ VERLA?

-- Terminan por fin de amarrar todos los cabos sueltos de las dos anteriores, evitando alargar las subtramas pendientes y ahorrándonos más entregas en tono de culebrón. Gracias a Dios.

-- Los fanáticos pueden estar de plácemes por ver a sus personajes de siempre interactuar con el mundo real. El carácter vulgar y chabacano de Kirk encaja a las maravillas con el San Francisco de los '80s (la Sodoma de la época y cuna del SIDA, entre otras cosas); no en balde confiesa haber aprendido el estilo de la época en sus grandes clásicos literarios: Harald Robbins, Sidney Sheldon... El misticismo de Spock le hace un buen sucedáneo de adepto a la New Age. El Doctor McCoy rabea con lo que para él es el atrasado arte de los matasanos de la época ("¿Diálisis al riñón? ¿Qué es esto? ¿La Edad Oscura?"). Y así sucesivamente. Es para desternillarse de risa ver al ruso Chejov, con su mejor cara de inocencia, preguntarle a los del FBI por la ubicación de las naves nucleares...

-- Después de la filosófica "Viaje a las estrellas", la operática "Viaje a las estrellas II" y la mediocremente aventurera "Viaje a las estrellas III", ver una entrega con ideas serias, pero elaborada en tono de comedia ligera y con cierto distanciamiento irónico, no puede ser más refrescante. Después de todo, no todas las pastas han de ser acompañadas con salsa boloñesa, ¿no?

-- La premisa de fondo es escalofriante. ¿Quién dijo que somos la especie más inteligente y digna de atención sobre la Tierra? La sonda llega para conversar con las ballenas, y no sólo ponen en peligro a la Humanidad en conjunto, sino que ni siquiera la consideran a la hora de usar sus más bien expeditos métodos de comunicación. Para colmo, nunca nos enteramos qué clase de inescrutables secretos sobre la vida, la muerte o el universo pueden haber conversado las ballenas con los alienígenas. Tampoco es posible abrir una forma de comunicarse con ellos. Irónico... y terrorífico.

IDEAL PARA: Reirse un rato con los personajes de toda la vida, y entrar en trance ecologista-ambientalista.

"Viaje a las estrellas III: En busca de Spock" (1984).


-- "Star Trek III: The Search For Spock". Estados Unidos. Año 1984.
-- Dirección: Leonard Nimoy.
-- Actuación: William Shatner, Leonard Nimoy, DeForest Kelley, James Doohan, George Takei, Walter Koenig, Nichelle Nichols, Mark Lenard, Merritt Butrick, Judith Anderson, Robin Curtis, Christopher Lloyd, Robert Hooks, James Sikking, John Larroquette, Stephen Liska, Cathie Schirriff, Grace Lee Whitney, Phillip R. Allen, Scott McGinnis.
-- Guión: Harve Bennett, basado en los personajes creados por Gene Roddenberry.
-- Banda Sonora: James Horner.

-- "Viaje a las Estrellas III: En busca de Spock" en IMDb.
-- "Viaje a las Estrellas III: En busca de Spock" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

El venerable y respetado Señor Spock está muerto y bien muerto. El Capitán Kirk está hecho un hervidero, y no de sexualmente activo ahora que es padre por golazo, sino de rabia. Pero, ¿será posible? ¿Es que acaso Spock podría estar vivo? ¿Son todas esas señales que andan rondando, la posibilidad de que Spock...? ¿Será posible acaso que los productores verdaderamente quieran complacer a los fanáticos trayendo de regreso a Spock...? La respuesta estaría en volver a Génesis para averiguar si quizás Spock sigue vivo, de alguna extraña y guionística manera, en el planeta creado por el proyecto del hijo de Kirk. Pero las cosas no van a ser fáciles. La Federación ha puesto a Génesis en cuarentena, el mismo planeta Génesis es inestable porque el hijo hizo trampa con los exámenes, y para colmo, los eternos villanos de toda la vida, los soviet... perdón, los klingon, andan rondando para tratar de averiguar qué diablos es Génesis, y eventualmente, como utilizarlo en beneficio de sus imperialistas ambiciones de pararle pies al imperialismo humano.

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

"Viaje a las estrellas II: La ira de Khan" había dejado bastante mal las cosas para la saga. Como final de película estaba perfecto, pero las continuaciones tendrían varios problemas. El más importante era, por supuesto, que ya no estaría el racionalísimo Señor Spock para dar lecciones de budismo alienígena al resto de la tripulación, con lo que la vulgaridad midwest de Kirk ya no tendría contrapeso posible. Además, con Génesis suelto, los humanos tenían un arma demasiado poderosa, y por tanto, ya no tendría ningún interés hacer nuevas películas de la saga (es como Superman: es tan superpoderoso que si no tuviera la debilidad por la kriptonita, carecería de todo interés dramático como personaje, porque ganaría siempre y sin riesgo alguno). Además, el público respondía bien y por tanto era buena idea seguir explotando la gallina de los huevos de oro. Se imponía no una tercera parte cualquiera, sino una que arreglara los ripios legados por la segunda para la saga. Dicho en lenguaje más crudo: el precio por haber tenido una excelente segunda parte en la saga, fue tener que aguantar esta cosa que nos pergueñaron como tercera parte, para pegar y encolar las cosas como se pudiera. Lo encomiable, de esa manera, es que saliera una película decente (que no buena) de todo eso.

¿POR QUÉ VERLA?

-- Refleja un relativo buen hacer. Leonard Nimoy se defiende bien detrás de las cámaras. Se nota que no es Nicholas Meyer, pero aún así lo hace bien. Aunque, seamos justos con Spockie, el pobre la tenía bien difícil, con un argumento tirado de todas las mechas posibles. Harto más a sus anchas estuvo en la siguiente entrega de la saga.

-- El guión es todo lo bien escrito que se puede, teniendo en cuenta que es una continuación en toda regla, o sea, que quien no vio la segunda parte está frito para entender la tercera. Consigue imprimir suspenso a punta de ver reaparecer a Spock cada cinco minutos (o eso creemos, porque al comienzo son todas falsas pistas). Soluciona satisfactoriamente, aunque de manera un poco mañosa, los problemas heredados: el hijo bastardo del Capitán muere, Génesis no funciona porque es inestable, la misma inestabilidad de Génesis permite el envejecimiento acelerado de Spock hasta alcanzar la edad en que Leonard Nimoy pueda volver a interpretarlo... Hacer encajar todo eso, y más encima que la película funcione, tiene que haber provocado más de algún infarto entre el equipo de guionistas.

-- Christopher Lloyd. La banda de klingons que andan tras Génesis son todo lo patéticos que puede ser un villano de Star Trek (y los ha habido de todos los tamaños y portes posibles), pero resulta divertido ver interpretando a un capitán klingon, al que después sería el famosísimo Doc Emett Brown de la saga "Volver al futuro". Además, le da pie a Kirk para decir una bonita frase antes de despacharlo ("¡¡¡Estoy... harto... de ti!!!").

IDEAL PARA: Los que se queden de la entrega anterior con el prurito de saber si Spock resucita o no.

"Viaje a las estrellas II: La ira de Khan" (1982)


-- "Star Trek: The Wrath Of Khan". Estados Unidos. Año 1982.
-- Dirección: Nicholas Meyer.
-- Actuación: William Shatner, Ricardo Montalbán, Leonard Nimoy, DeForest Kelley, James Doohan, George Takei, Walter Koenig, Nichelle Nichols, Bibi Besch, Merritt Butrick, Paul Winfield, Kirstie Alley.
-- Guión: Jack B. Sowards y Nicholas Meyer (este último sin acreditar), sobre una historia de Harve Bennett, Jack B. Sowards y Samuel A. Peeples, basados en los personajes de Gene Roddenberry.
-- Banda Sonora: James Horner.

-- "Viaje a las Estrellas II: La ira de Khan" en IMDb.
-- "Viaje a las Estrellas II: La ira de Khan" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Durante una misión de reconocimiento, un miembro de la antigua tripulación del Enterprise tiene un desagradable encuentro con el pasado, encarnado en el muy macho Ricardo Montalban ataviado de pieles salvajes interpretando a Khan. Este descubre así el medio para abandonar su planeta de exilio, en donde el Capitán Kirk lo ha confinado años atrás. Peor aún: descubre la clave para acceder a Génesis, un proyecto que podría crear vida literalmente de la nada, convirtiendo rocas flotantes en el cosmos en verdaderos vergeles vivientes que solucionaran los problemas de hambre, superpoblación, etcétera... Y que Khan podría usar como arma genocida, lanzándolo sobre un planeta superhabitado y recomponiendo toda la materia orgánica, arrasando de paso con toda su población. Ahora, el Capitán Kirk y los suyos se verán enredados en la vendetta personal de Khan, un hombre dispuesto a sacrificarse a sí mismo con tal de aniquilar a su rival.

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Los fanáticos de "Viaje a las estrellas" enloquecieron de gusto con la película, pero al grueso público, pues bien, digámoslo de una vez: los dejó fríos. Demasiado filosófica, demasiado mística, demasiado existencialista, demasiado alejada de la space opera a lo Star Wars, que en ese tiempo era lo que vendía. Si tenía que haber una secuela, tenía que haber bastante acción. Así es que echaron mano de Khan, un personaje que había salido en la serie televisiva original, para inventarse una venganza y así justificar lo que el público quería: disparos, explosiones, etcétera. Y como en esa época empezaba a hablarse de drama ecológico, de superpoblación, etcétera, pues bien, habrá que mezclar un proyecto científico que aluda indirectamente a esos temas. Para la dirección, se deshicieron del venerable Robert Wise y contrataron a Nicholas Meyer, un extraño hombre orquesta que dirige películas, las escribe, y redacta novelas pastichosas en sus ratos libres (una de sus novelas más extrañas es "El ángel de la música", en donde Sherlock Holmes combate al Fantasma de la Opera... a eso me refiero con "pastichoso"). El resultado fue... veamos... los fanáticos trekkies dicen que es mejor que la primera, pero qué saben los fanáticos de cualquier clase sobre nada. Digamos que es diferente a la primera, harto diferente, y por tanto, sería injusto compararlas, en particular porque es notorio que las pretensiones de ambos filmes son distintas. Una serie televisiva o cinematográfica crece y se agiganta con la variedad y los distintos puntos de vista, y la saga de Star Trek se ha beneficiado harto de tener una filosófica como la primera, y una space opera de alturas como la segunda.

¿POR QUÉ VERLA?

-- Porque es una space opera fantástica: aventura, pulso y nervio narrativo. Las motivaciones de los personajes son harto simples, casi de folletín, y sus movimientos por el espacio, tres cuartos de lo mismo, pero la película se asume desde el comienzo sin complejos autorales, así que está bien.

-- Surge una subtrama, la de la paternidad ignorada del Almirante Kirk (puro folletín, ya lo dije), que le añade un inesperado espesor dramático al personaje, algo que se reflejará en los filmes sucesivos de la serie. En la serie original iba de guaperas seduciendo alienígenas. Pues bien, ahora le pasan la cuenta, y tiene que hacerse responsable, emocionalmente hablando, por sus tropelías eróticas del pasado.

-- Ricardo Montalbán. Es que se roba la película, pura y simplemente. El personaje de Khan, un superhombre genéticamente modificado que es tirano genocida de la India a finales del siglo XX y que ha sido congelado, es teriblemente estereotipado, y los diálogos no pueden ser más ramplones, pero se las arregla, a punta de inyectarle testosterona, para hacer un memorable villano de opereta. En esos mismos años, para establecer comparaciones, era el estirado anfitrión de "La isla de la fantasía", un rol nada más disímil al de Khan. Eso es talento.

-- Para los fanáticos de la trivia, aparece una jovencísima Kirstey Alley, antes de la travoltiana trilogía de los bebés que hablan (Mira quien habla, Mira quien sigue hablando, Mira quien no para de hablar, Mira a quien siguen explotando para que hable... ya saben a cuál me refiero), y antes de engordar dramáticamente de peso hasta convertirse en una fat actress. ¡Y ella interpreta a un vulcano!

IDEAL PARA: Ver relajadamente una tarde o noche cualquiera, en vez de los bodrios impresentables que a veces ponen en el cable.

"Viaje a las estrellas: La película" (1979).


-- "Star Trek: The Motion Picture". Estados Unidos, 1979.
-- Dirección: Robert Wise.
-- Actuación: William Shatner, Leonard Nimoy, DeForest Kelley, James Doohan, George Takei, Majel Barrett, Walter Koenig, Nichelle Nichols, Persis Khambatta, Stephen Collins, Grace Lee Whitney, Mark Lenard, Billy Van Zandt, Roger Aaron Brown, Gary Faga.
-- Guión: Harold Livingston, sobre una historia de Alan Dean Foster, basados en los personajes creados por Gene Roddenberry.
-- Banda Sonora: Jerry Goldsmith.

-- "Viaje a las Estrellas" en IMDb.
-- "Viaje a las Estrellas" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Una gigantesca nube viaja por el espacio exterior. Todo lo que se pone a su alcance explota o desaparece misteriosamente. Su destino final es, por esas cosas del destino, la Tierra. Por esas otras cosas del destino, los únicos que están a tiro para plantar cara a la amenaza son los esforzados tripulantes del Enterprise. Por esas cosas adicionales del destino, el ahora flamante ALMIRANTE Kirk andaba dando vueltas por ahí, y toma el mando como un vulgar capitán (y es que la vulgaridad midwest le va mejor a Shatner que el estirado estilo New England, qué podemos decir). De manera que embarcados todos juntos una vez más, parten en un largo viaje de descubrimiento que los llevará hasta un peregrino misterio del pasado terrestre.

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

El espacio exterior estaba de moda. El programa espacial yanki, alicaído desde que pusieron por última vez el pie en la Luna en 1972, había experimentado un repunte con el lanzamiento de las sondas Voyager: de ahí se nutrió la mítica serie de TV "Cosmos", de Carl Sagan, que reencantó a toda una generación (incluyendo su seguro servidor, el Capitán Gato, quien esto maulla y escribe) con las maravillas del espacio. Era el momento justo en que había que mirar hacia el espacio exterior, y un cuento de hadas en ropaje futurista bien pergueñado a nivel de FXs, "La guerra de las galaxias", abrió la temporada de caza. Desde la cancelación de la legendaria serie televisiva de los '60s, los fanáticos de "Viaje a las estrellas" no habían cesado de crecer. Inexplicablemente, la Paramount no había escuchado el rumor en todos esos años, hasta que con el éxito de la vecina Fox con esas películas de princesas estelares y malos ataviados con máscaras de buceo, recordaron que tenían esa franquicia entre las manos, y se pusieron a la obra diligentemente. El fruto fue esta parida.

¿POR QUÉ VERLA?

-- De toda la ristra de películas de la saga, es quizás la que recupera de manera más pura la esencia de la serie: explorar y maravillarse con el universo. En estricto rigor, en esta película no hay villanos de ninguna clase. El quid del asunto es parar a la nube, claro está, pero para eso, todos los esfuerzos de la tripulación se dirigen a abrir una vía de comunicación con el extraño, en vez de aniquilarlo (de todas maneras, siendo un poco cínicos, no les quedaba otra: de haber atacado, la nube se los hubiera quitado de encima como a la mosca joputando que en realidad eran). El asunto de inventar un medio de comunicación con una criatura alienígena totalmente incomprensible ya había sido tocado en "Solaris", claro está, película con la que por cierto ésta tiene muchos puntos argumentales comunes (la criatura usa a una mujer muerta para abrir una vía de comunicación), pero aquí el tratamiento es más aventurero, más western, más yanki en una palabra. No por nada, el guionista fue Alan Dean Foster, autor de la saga Humanx (muy apreciada por los círculos frikis, como que hasta el juego de rol GURPS le dedicó una expansión), y por tanto, alguien bien al corriente de cómo iban las cosas dentro de la Sci-Fi de la época.

-- La película está dirigida con suntuosidad, de manera apoteósica. Esto puede ser considerado un plus o un punto en contra, según se mire. En el cine, tiene que haber quedado espectacular, con los vistosos decorados que muestran el periplo del Enterprise por el interior de la nube. En TV, a pantalla chica, pues bien, qué vamos a decir, el efecto grandilocuente se pierde y se ve un poco monótono, haciendo más lenta la película en total. Pero siguen siendo escenas bonitas, para quienes les guste el placer estético de las texturas, los colores, etcétera.

-- La banda sonora se engarza orgánicamente con la película, y la apoya bien. Hay un poco de fanfarrias, como es el estilo grandilocuente de la serie, pero también hay un poco de experimentación electrónica, o lo que en esa época prehistórica en que aún no se conocían los samplers podía llamarse electrónico.

-- "Parece que el niño tiene una rabieta" (el Dr. McCoy, cuando V-Ger está a punto de destruir la Tierra, después de que Spock ha comentado que V-Ger es en realidad como un niño deseoso de aprender cosas nuevas).

IDEAL PARA: Vivir una experiencia místicoesotérica en clave cienciaficcionera.

domingo, 16 de abril de 2006

"V por Venganza" (2005).


-- "V for Vendetta". Estados Unidos / Alemania. Año 2005.
-- Dirección: James McTeigue.
-- Actuación: Natalie Portman, Hugo Weaving, Stephen Rea, Stephen Fry, John Hurt, Tim Pigott-Smith, Rupert Graves, Roger Allam, Ben Miles, Sinéad Cusack, Natasha Wightman, John Standing, Eddie Marsan, Clive Ashborn, Emma Field-Rayner.
-- Guión: Andy Wachowski y Larry Wachowski, sobre la novela gráfica de David Lloyd (y de Alan Moore, sin acreditar).
-- Banda Sonora: Dario Marianelli.

-- "V por Venganza" en IMDb.
-- "V por Venganza" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Nunca faltan: a pesar de que hay toque de queda y todos están en sus casas, hay una chica afuera, en plena calle. Pasa lo que en la realidad: la pillan los vigilantes. Pasa lo que en las películas: un vengador enmascarado la rescata. Es el futuro cercano, y una dictadura neofascista controla Inglaterra por el terror, a la vez que Estados Unidos está sumergido en una guerra civil, y todo porque un grupo terrorista, años atrás, soltó un virus letal entre la población. Pero el vengador enmascarado, un hombre todo encanto y bondad, tan filoso con la lengua como con los cuchillos, y que responde al nombre de V, conoce la verdad. Pronto, el dictador neoconservador que gobierna Inglaterra con mano de hierro descubrirá que puedes encarcelar hombres y matarlos, pero no puedes matar a una idea. Y que una idea con patas y cabeza (y una máscara de Guy Fawkes) podría tener una bala (o un cuchillo) de reserva marcado con tu nombre.

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

El historietista Alan Moore nos regaló esta obra un tanto contingente con los tiempos tatcherianos, por allá en los '80s: "V for Vendetta", precisamente. Después de todo, estaba de moda "1984", el Gran Hermano y todo eso. Pocos imaginaban en ese entonces que "El Gran Hermano", el terrorífico bicho comunicacional orwelliano, terminaría siendo un programa de televisión, y que la gente, lejos de repugnarle la idea de ser vigilados 24 horas al día, llegaría a GUSTARLES, participar o verlo, tanto más da. O sea, las novelas, historias e historietas de dictador totalitario futurista que se saltan los derechos de los ciudadanos e imponen el terror para guiar a su gente por la gracia de Dios, son plenamente actuales, en particular por el miedo de los ciudadanos, o los que queden que merezcan ese título, sienten respecto "a los enemigos caníbales de Marte o de Irak" (KMFDM: "Stars and Stripes"). Si no, pregúntenselo a George W. Bush, el iluminado de Dios que tortura gente impunemente en Guantánamo, sólo por ser musulmanes.

¿POR QUÉ VERLA?

-- El tema. No puede ser más actual. Es un momento histórico. No sabemos si es un bache o el ocaso de una manera de entender la política, pero éstos no son buenos días para la democracia, y numerosas películas así lo han manifestado: "Las crónicas de Riddick", el Episodio III de ya saben qué, "El Señor de los Anillos" (la trilogía entera), "Mátrix", y más en el lado de acá, "Syriana" y "Buenas noches y buena suerte", por mencionar un puñado. "V por Venganza" es un escalofriante retrato de cómo un poder neofascista podría llegar al mando supremo... y con qué facilidad lo haría. ¡Pero si en el mundo real, hasta censuran al buscador Google en China para que los chinos no puedan buscar "Tibet" en Internet...!

-- Natalie Portman está por todo lo alto. Entendámoslo, está bonita y carilinda como siempre, tres cuartas partes de película por lo menos (después la rapan, y no me digan que no sabían, si han visto los trailers), pero le imprime carisma y fuerza a su personaje más allá de su faceta sexy. Hugo Weaving, a quien habíamos visto de Agente Smith en cierta trilogía sobre cibermatrices, y de estirado rey elfo en cierta trilogía de matadores de orcos, consigue darle personalidad y carácter a su personaje con la pura voz, porque la máscara que usa, digámoslo, no puede ser más inexpresiva (esa es la idea, por supuesto). Stephen Rea interpreta correctamente a un burócrata gubernamental que hace su trabajo porque le pagan, pero sin verdadera convicción, igual que cualquier funcionario público de cualquier tiempo y lugar. Y John Hurt, en sus breves apariciones como el dictador, se impone con una caracterización a lo Hitler, pero en british (o sea, sin bigote de escoba). ¿No saben quien es John Hurt? Entonces entérense de que era la primera baja en "Alien" (ya saben, al que le sale el bicho de la panza), el deforme hombre elefante en ésa de Lynch, el Primer Ministro Prófumo en la película que se hizo sobre él, y luego tírense a un pozo por ignorantes. ¡Ah! Y protagonizó otra de futuro distópico, nada menos que "1984" de Michael Radford, para que no digan que es un recién llegado al género.

-- Plantea algunos interesantes dilemas filosóficos, nada novedosos, de soslayo, hasta de penalty, pero ahí están, sobre la manera correcta de luchar por la libertad (¿un anarquista terrorista o movilizaciones de masas uniformadas para combatir a los uniformados fascistas?), sobre la identidad (¿es V el hombre tras la máscara, o simplemente la máscara sin nadie en su interior?), sobre las razones que llevan al pueblo a aceptar las dictaduras (¿inocentes víctimas explotadas por el dictador, o cómplices por omisión?). No está de más debatir sobre esas cosas, ahora y siempre.

-- En términos de estructura, funciona eficazmente, y se hace entretenida y llevadera, a pesar de algunos obvios ripios de estructura narrativa, y en parte gracias a una banda sonora convenientemente ampulosa, que remarca con épica los momentos claves. Por cierto, a pesar de ser promocionada como "una de los Wachowski" (y con razón), es la opera prima de un director cuyos trabajos anteriores habían sido asistencias de director para filmes de cierta línea (las tres de Mátrix, el Episodio II de ya saben cuál, "Dark city", "Street Fighter")... y se nota.

-- "Remember, remember, the 5th of November". Sé que lo recordarán.

IDEAL PARA: Toda clase de públicos, desde los que se quiebran la cabeza tratando de transformar el mundo, hasta los que andan buscando un panorama distendido y llevadero para pasar la tarde.

"Héroes fuera de órbita" (1999).


-- "Galaxy Quest". Estados Unidos. Año 1999.
-- Dirección: Dean Parisot.
-- Actuación: Tim Allen, Sigourney Weaver, Alan Rickman, Tony Shalhoub, Sam Rockwell, Daryl Mitchell, Enrico Colantoni, Robin Sachs, Patrick Breen, Missi Pyle, Jed Rees, Justin Long, Jeremy Howard, Kaitlin Cullum, Jonathan Feyer.
-- Guión: Robert Gordon y David Howard, sobre una historia de este último.
-- Banda Sonora: David Newman.

-- "Héroes fuera de órbita" en IMDb.
-- "Héroes fuera de órbita" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

La heroica tripulación de "Galaxy Quest" afronta un fulminante reto en el espacio exterior. Puestos en una situación desesperada, el heroico y chulo capitán Taggart ordena activar el Omega 13... ¡¡¡CONTINUARÁ!!! Los fanáticos enloquecen: han pasado veinte años desde la emisión del último capítulo de "Galaxy Quest", y ésta se ha vuelto una serie de culto. Los actores de la misma se lo toman de distinto modo. El chulo de piscina que hace de capitán, goza la admiración, y en sus tiempos, de las cositas de las grupies (es Tim Allen, ¿qué más podían esperar?). El actor shakesperiano que tenía una línea clásica de friki (algo así como "por el martillo de Quémeimporta, yo te vengaré"), se lamenta porque bien, él en sus tiempos había sido nada menos que Ricardo III... La chica bonita se lo toma en solfa, resignada a que los artículos sobre ella hablen sobre lo bien que ajustan sus senos en su traje, etcétera. Los problemas comienzan cuando el capitanazo es reclutado por un grupo de fanáticos muy particular, que ha reconstruido la nave milímetro a milímetro, y que lo enredan en una guerra con un sanguinario villano estelar llamado Sarris. Al poco tiempo, la tripulación descubre una terrible y delirante verdad: la nave y Sarris son reales, y los "fanáticos" son en realidad criaturas alienígenas que han tomado las transmisiones de la serie por documentos históricos terrestres. Ahora, la tripulación está viviendo las aventuras de "Galaxy Quest", pero de verdad...

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Desde que en 1967 se emitiera el primer capítulo de la venerable serie televisiva "Viaje a las estrellas", los fanáticos de la misma no han cesado de crecer, así como su legado mediático: diez películas y cinco series de televisión a la fecha, así como una de dibujos animados. No todas ellas de calidad, pero sí lo suficientemente consistentes para conformar una mitología por derechio propio. La mayor prueba de su importancia cultural radica en la enorme cantidad de sátiras y alusiones que le han dedicado series de televisión y películas. Y también ha originado algo parecido a un culto religioso entre sus fanáticos, quienes leen los manuales trekkies como si fueran la Biblia. Era cuestión de tiempo antes de que alguien discurriera hacer una película con eso.

¿POR QUÉ VERLA?

-- Admite dos lecturas, ambas perfectamente consistentes. Por un lado, es un sublime homenaje a una de las mitologías mediáticas más ricas del siglo XX, cual es "Viaje a las estrellas". Por otro lado, es una sangrienta parodia de los elementos más irracionales de esa misma mitología. Funciona estupendamente en ambos niveles, lo que habla muy bien de su inteligente guión.

-- Habla en forma práctica sobre un tema muy candente, y sobre el cual se ha teorizado a chorrones: ¿es la realidad mediática "más real" que la propia realidad? ¿Qué pasa cuando la gente empieza a vivir más "en el otro lado" de sus mitologías y creencias personales, que en su propia existencia cotidiana? ¿Qué ocurre si de pronto tenemos que entender al mundo no de acuerdo a ideas de racionalidad y coherencia, sino bajo los parámetros y coordenadas de las grandes ficciones que los medios de masas construyen para nosotros hoy en día...? La película no ahonda en estas cosas, pero un espectador avisado podría preguntarse, ¿es la raza alienígena fanática de "Galaxy Quest" algo que existe allá afuera, o quizás es una especie de alucinación psicótica de los propios fanáticos...?

-- Están todos los elementos de la mitología trekkie, y cuando digo todos, digo TODOS: el capitán mijolindo, la chica de grandes ubr... perdón, de senos prominentes, el alienígena sabio, el extra que muere en el primer cuarto de hora del capítulo para mostrar que la cosa va en serio, los exóticos medios de transporte estelar, los fanáticos que se visten al uso para las convenciones, los clubes de aficionados que reconstruyen los planos de la nave según la información proporcionada por la serie, etcétera. Incluso hasta la escena del capitanazo gritándole a los fanáticos: "¡es sólo una serie de TV!" está basada en un incidente real que le pasó a cierto actorcillo que por pudor sólo mencionamos por sus iniciales de J.T.K., perdón, W.S., con palabras similares ("Get a life!" o algo así).

-- Todo esto, en formato de comedia, para relajarse y disfrutar como un chino disfruta a una china. ¿Qué más se puede pedir...?

IDEAL PARA: Reirse a carcajadas con los clichés de las series televisivas de ciencia ficción, y con las costumbres y usos de los fanáticos.

miércoles, 12 de abril de 2006

"El muelle" (2004)


-- "36 Quai des Orfèvres". Francia. Año 2004.
-- Dirección: Olivier Marchal.
-- Actuación: Daniel Auteuil, Gérard Depardieu, André Dussollier, Roschdy Zem, Valeria Golino, Daniel Duval, Francis Renaud, Catherine Marchal, Guy Lecluyse, Alain Figlarz, Vincent Moscato, Anne Consigny, Stéphane Metzger, Solène Biasch, Aurore Auteuil.
-- Guión: Olivier Marchal, con la colaboración de Dominique Loiseau, sobre una historia de Franck Mancuso, Julien Rappeneau y Olivier Marchal.
-- Banda Sonora: Erwann Kermorvant y Axelle Renoir.

-- "El muelle" en IMDb.
-- "El muelle" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Una banda de asaltantes ronda por las calles. No se andan con chicas: usan ametralladoras y granadas, y matan gente simplemente porque estorban entre ellos y el botín. Algo nada personal, que le dicen. Y ahora, ¿quién podrá defendernos? Pues, la última muralla entre la civilización y la barbarie, unos policías corruptos y hábiles en forzar los límites de la ley, protegiendo a informantes y criminales si es preciso, a la vez que hacen un arte de limpiarse el culo y hacerle zancadillas a sus compañeros. El jefe está por retirarse, y hay dos candidatos a sucederlo. El que llegue hasta la banda primero, ése asciende. La guerra sucia comienza. Parafraseando a los antiguos romanos: ¿quiénes nos cuidan de quiénes deberían cuidarnos...?

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Hace tiempo que los franchutes se dejaron de estupideces y cambiaron la aburridísima nouvelle vague y la espúrea Cahiers du Cinema por un cine con más garra y peso. El resultado podrá ser bueno, mediocre o malo, pero ¡hey! en eso Hollywood no anda mejor, y a ratoa dan francamente peor. Esta película es un buen exponente de esto. Lo que los franceses saben, y en Hollywood ignoran, es que no puedes tener una buena historia si no tienes buenos personajes que la protagonicen.

¿POR QUÉ VERLA?

-- Es una película de género indefinible. Parte como un policial clásico, incluso de estilo hollywoodense (oséase, shoot & blast), pero deriva pronto hacia el drama humano. Y todo ello, sin perder tensión ni volverse lacrimógena. Aunque el final esté un poco arreglado para que todas las piezas del rompecabezas se encuentren en sus posiciones.

-- Confía en los personajes y las actuaciones. La historia misma es bastante lineal y predecible (el policía que se retira, huele a cadáver de antemano, entre otros tics clásicos del género), y aún así se mantiene sólida, quizás justamente porque no se confía al tramposo recurso de las vueltas de tuerca. Y hablando de actuaciones, la dupla protagónica está notablemente bien como enemigos sordos y enconados.

-- Los policías se mueven de manera realista. Esto es, son un puñado de funcionarios burócratas sujetos a rutinas y procedimientos, algunos empeñados en hacer bien su trabajo, y otros en chuparle presupuesto a los fondos de los contribuyentes, no un grupo de superhombres rubios impartiendo justicia más allá del bien y del mal. La información se recopila en la calle, atornillando informantes, y no con milagrosos descubrimientos de la superenzima califragilísticoespiralodasa de última hora para arreglar la trama (y es que las técnicas CSI funcionan, pero, ¡cómo se resienten los culoflojos del presupuesto de gastar en esas cosas!).

-- La banda sonora está compuesta de música electrónica con cierta personalidad, y ayuda a crear bien la atmósfera de suspenso. No existen esos estridentes y molestos golpes de sonido a que las bandas sonoras yankis nos tienen malacostumbrados.

IDEAL PARA: Ver una historia policial de tono naturalista y hecha como corresponde.

"Impacto fulminante" (1983).


-- "Sudden Impact". Estados Unidos. Año 1983.
-- Dirección: Clint Eastwood.
-- Actuación: Clint Eastwood, Sondra Locke, Pat Hingle, Bradford Dillman, Paul Drake, Audrie J. Neenan, Jack Thibeau, Michael Currie, Albert Popwell, Mark Keyloun, Kevyn Major Howard, Bette Ford, Nancy Parsons, Joe Bellan, Wendell Wellman.
-- Guión: Joseph Stinson, basado en una historia de Charles B. Pierce y Earl E. Smith, sobre los personajes de Harry Julian Fink y Rita M. Fink.
-- Banda Sonora: Lalo Schifrin.

-- "Impacto fulminante" en IMDb.
-- "Impacto fulminante" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

San Francisco. Un chico está dándose la gran vida gimiendo mientras una golfa le mete mano allí donde ninguna chica decente toca jamás. Lo que no sabe es que la golfa tiene un par de balas marcadas con su nombre. ¡¡BANG!! ¡¡BANG!! Una al par de regalones de macho, y otra a la cabeza. Paralelamente, el polizonte Harry Callahan está metido hasta el pescuezo en problemas con sus superiores, para variar un poco. Así es que para sacarlo de San Francisco, lo mandan a investigar una conexión insignificante del caso anterior (dónde vivía el muerto, qué hacía, esa clase de cosas). Pero como los muertitos hacen romería cerca de Harry, pues bien, resulta que la chica revientotusgenitalesabalazolimpio hace de las suyas otra vez. Harry se encontrará entonces con una sórdida historia, en la que su, ejem, corazoncito (sí, tenía uno, aunque no lo crean) quedará suspendido en la balanza.

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Empezaban los '80s. Lo que todos sabían (San Francisco, cueva de viciosos y sodomitas) era rumor público. Pero con más glamour. Así es que había que hacer una de Harry el Sucio con más sofisticación y elegancia. Y con más sordina, ojalá sexual. Además, así se aprovecha de profundizar un poco en la compleja personalidad de Harry el Sucio, dándole un poco de humanidad. Seamos sinceros, en eso último la película queda harto coja, pero cumple con hacer ingresar debidamente a Harry el Sucio desde los movedizos '70s, a los imperialistas '80s.

¿POR QUÉ VERLA?

-- Es una de Harry el Sucio. Eso debería ser razón más que suficiente para cualquiera, y el que diga que no, que se lo cosan a balazos (la filosofía Harry, que le dicen). Nada como descerrajarle un buen tiro a los joputas que son escoria en la sociedad. Aunque sin dejar de refregárselo a los jefes de turno, que son también joputas, pero con buenos puestos.

-- Se supone que es la película en donde vemos el lado humano de Harry el Sucio. Para quien le interese ver al héroe haciendo algo más que repartir balazos (flirteando, para ser exactos), pues bien, adelante...

-- Secuencias notables: al comienzo de la película, la manera de Harry para cargarse a un jefe mafioso es de antología. Y no, no lo hace a balazo limpio como es su estilo, pero es igual de joputa que siempre (y como el otro se lo merece).

-- La chica que se carnea uno por uno a los malos malosos, es digna pareja para Harry. Son tal para cual. Y además, viene con los rasgos angelicales de Sondra Locke. O sea, si me van a clavar una en los genitales y otra en el careto, pues bien, puestos a elegir Sondra Locke no está nada de mal...

-- En cuanto a los malos malosos, ¡qué escoria triste...! Si sólo por verles penosos y patéticos, ya hay mérito en esta película, porque para villanos que inspiren lástima, éstos se tienen el casting ganado...

IDEAL PARA: Quienes creen que el mejor remedio contra la escoria de la sociedad pasa lejos y de ladito por los tribunales de justicia (¿de qué, dijo usted?).

domingo, 9 de abril de 2006

"Fuga" (2006).


-- "Fuga". Argentina / Chile. Año 2006.
-- Dirección: Pablo Larraín.
-- Actuación: Benjamín Vicuña, Gastón Pauls, Francisca Imboden, María Izquierdo, Willy Semler, Héctor Noguera, Alfredo Castro, Alejandro Trejo, Paulina Urrutia, Mateo Iribarren, Marcial Tagle, José Soza, Luis Dubó, Héctor Morales.
-- Guión: Hernán Rodríguez Matte, Mateo Iribarren y Pablo Larraín.
-- Banda Sonora: Juan Cristóbal Meza.

-- "Fuga" en IMDb.
-- "Fuga" en la Wikipedia en español.

¿DE QUÉ SE TRATA?

¡¡¡ES UNA PIEZA MACA-A-A-A-A-A-A-BRA-A-A-A-A-A-A...!!! ¡¡¡CADA VEZ QUE LA TOCAN, ALGUIEN MUE-E-E-E-E-E-E-RE-E-E-E-E-E-E...!!! Un niñito chico e hipersensible presencia la muerte de su hermanita chica, violada y asesinada arriba de un piano, por lo que el pobre niño queda con una morbosa fijación con los pianos: a saber, verá en lo sucesivo que desde ellos corre sangre en momentos estratégicos de la película, etcétera. Años después compone su "Rapsodia macabra", y se busca una pianista joven y bonita que "toque desde el útero" (eso no es mío, salió en la película) y que también use su aparato reproductor para otra clase de actividades más lúbricas. Adivinen: el día del concierto, sale sangre desde la nariz de la pianista, y se desploma dejando rojo sobre el blanco y negro del teclado. Así que papá mete al niño en un lococomio, porque él es un reputado ministro de estado. Además de eso, un patético cuarteto de músicos disqueintelectualoides anda por ahí dando vueltas, tratando de descubrir el misterio del destino y de la personalidad enferma del compositor, y si es posible, explotarlo como se pueda (robarle la pieza musical, exhibirlo como un frikismo, lo que haga menester).

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

El cine chileno ha experimentado una satisfactoria recuperación desde la nada en que fue sepultado después del apagón militar de 1973, y ahora se realizan películas de cierta categoría, en el plano técnico al menos, que el de las ideas y talento es algo distinto. Los cineastas chilenos pasaron de filmar historias de personajes atormentados y marginales, a entrar dentro del llamado "cine de género", procurando hacer algunas de terror, comedias, etcétera, adaptadas a la realidad chilena. ¡Ah! Y están también están los retrógrados que siguen insistiendo en el chiste de hacer películas sobre personajes atormentados y marginales, como el que dirigió "Fuga", por ejemplo.

¿POR QUÉ VERLA?

-- Benjamín Vicuña. Esta es quizás la actuación de su vida, en términos de lucimiento dramático: un actor mijo y carilindo, egocéntrico a más no poder, y con complejo de niñito intelectualoide-sensible-mimado, interpreta a un compositor mijo y carilindo, egocéntrico a más no poder, y con complejo de niñito intelectualoide-sensible-mimado. O sea, hace un gran papel.

-- Alfredo Castro. Su personaje de pseudocomunista maricón aporta algunos de los mejores momentos de la película. Se ve tan patético como esa clase de gente, y eso ya es decir.

-- La moraleja de la historia. Gracias a esta película, aprendemos que todos los compositores de música tienen el interior del cráneo hecho tallarines revueltos con salsa de mierda, todos los genios caen indefectiblemente en la locura, una obra maestra no es producto del trabajo personal sino del sufrimiento vital, el verdadero genio no busca fama ni reconocimiento sino que espera que el mundo simplemente lo deje en paz, las mejores composiciones musicales se hacen montando un piano en un bote... Y yo que creía que las cosas eran de otra manera, fíjense ustedes como uno puede estar equivocado en esta vida.

IDEAL PARA: Reirse a carcajadas con esta aguda e inteligente parodia de las películas chilenas de los '80s y de filmes con genios locos como "Claroscuro", que... esperen un minuto... sí, dime... ah... ejem... acaban de aclararme que esto no era una parodia.

"Hostal" (2005).


-- "Hostel". Estados Unidos. Año 2005.
-- Dirección: Eli Roth.
-- Actuación: Jay Hernandez, Derek Richardson, Eythor Gudjonsson, Barbara Nedeljakova, Jan Vlasák, Jana Kaderabkova, Jennifer Lim, Keiko Seiko, Lubomir Bukovy, Jana Havlickova, Rick Hoffman, Petr Janis, Takashi Miike, Patrik Zigo, Milda Jedi Havlas.
-- Guión: Eli Roth.
-- Banda Sonora: Nathan Barr.

-- "Hostal" en IMDb.
-- "Hostal" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Hey, dude, we're in Amsterdam!!! Let's smoke all and fuck every whore, they have the best asses in all Europe, dude!!! Un par de americanitos y un islandés viven una fiesta sin fin, fornicando todo lo que encuentran a tiro, hasta que de pronto reciben el dato de que las cosas están a todo dar en Eslovaquia: mujeres calientes que aman a los extranjeros, cero hombres por la guerra, cero turistas porque nadie conoce. Se embarcan a Eslovaquia, y en el hostal al que llegan, conocen a un par de mujeres todoterreno que tienen todo bien puesto en su lugar. Al poco tiempo, el islandés desaparece. Los otros dos, preocupados, empiezan a buscar, comenzando una cadena de sucesos que los lleva a un macabro descubrimiento: hay una extensa red de "buscadores de placer" que secuestran chicos fornicadores y los llevan a centros de tortura, en donde millonarios de toda Europa y América pagan por jugar a la tierra de la falsa cirugía con ellos.

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

En un mundo cada vez más dominado por las corporaciones, es claro que la democracia, el liberalismo y los derechos individuales de las personas valen cada vez menos frente a quienes tienen dinero, poder e influencias. De manera que, como presagiaba "Psicópata americano", puedes hacer lo que quieras, tus fantasías más perversas, y nadie te va a castigar por ello, si eres lo suficientemente grande. De momento el colmo de lo perverso que es de dominio público, sería afilarse a una putita thai de ocho años, pagando un extra si aún conserva su himen, pero ¿por qué detenerse ahí? Como dice uno de los millonarios de la película, si tienes suficiente dinero entonces ya te has fornicado a toda mujer a tiro, y después de dos días, ya ni siquiera te acuerdas de las tetas de la última que te agarraste, así es que, ¿qué sensación más fuerte puede quedar...?

¿POR QUÉ VERLA?

-- No es otra película de terror mamona en donde te prometen que van a mostrar mujeres y sangre, y al final no te muestran nada. Aquí la cosa va en serio. Si hay ñipi-ñipi, se muestra el ñipi-ñipi, con balones de fútbol incluidos. Si hay que cortar un miembro, pues se corta y se acabó. ¿Que eso no es novedoso, que eso lo hacía el cine gore de los '70s? Sí, de acuerdo, pero en estos tiempos, ¿qué señal de cable exhibe ese viejo querido cine barato, cine berreta, cine zeta...?

-- La metáfora de fondo ("money can buy my love") está más que bien marcada. Queda bien claro que el verdadero terror tiene por origen el propio corazón humano, y concretamente la insensibilidad hacia la condición humana de los demás, el usar (por parafrasear a un viejo neurótico de Köenigsberg) a los hombres como medios y no como fines en sí mismos.

-- El guión está bien, eligiendo adecuadamente el sistema "descenso al infierno", mostrando toda la caída de los protagonistas, la que por cierto, es por obra de sus propios pecados (¿quién los mandó a ir a buscar putas a Eslovaquia, si ya las tenían en Amsterdam? ¿Ah?). A cambio, las soluciones finales están un tanto forzadas, acomodadas para que todo calce, a punta de coincidencias si es preciso.

-- Mención aparte para las dos desconocidas actrices que, después de ésta, probablemente ya no sean tan desconocidas, y que cumplen sobradamente bien con poner cara de perras calientes. Quizás lo sean en la vida real. Por silicona no se quedan.

IDEAL PARA: Ver una de terror con contenido.

viernes, 7 de abril de 2006

"Solaris" (2002),


-- "Solaris". Estados Unidos. Año 2002.
-- Dirección: Steven Soderbergh.
-- Actuación: George Clooney, Natascha McElhone, Viola Davis, Jeremy Davies, Ulrich Tukur, John Cho, Morgan Rusler, Shane Skelton, Donna Kimball, Michael Ensign, Elpidia Carrillo, Kent Faulcon, Lauren Cohn.
-- Guión: Steven Soderbergh, basado en la novela de Stanislaw Lem.
-- Banda Sonora: Cliff Martinez.

-- "Solaris" en IMDb.
-- "Solaris" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Un científico terrestre llega a una base espacial ubicada en otro planeta. En dicha estación, con un innegable look a EEI, descubre que algunas cosas andan mal. Y que entre eso que "anda mal", se encuentra la presencia de una chica de su pasado, que no puede estar ahí por la sencilla razón de que está muerta. Los científicos de la base le ponen al corriente: dichas imágenes de personas muertas son extraídas desde sus cerebros, de alguna manera, por la gigantesca criatura que existe allá afuera: nada más y nada menos que el océano planetario que cubre Solaris.

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Los yankis en general se sienten tan ombligo del mundo, que no pueden ir al cine a ver una peli extranjera, si no hacen el remake yanki. El susodicho saqueo ha incluido a "La asesina", "Sommersby", "Vainilla Sky", y un etcétera demasiado largo para recordarlos todos. La característica común de todos estos filmes es que, como están hechos por productores yankis que saben más de dinero que de hacer filmes de calidad, y están confeccionados para la audiencia masiva yanki, hace tiempo víctima de alguna bacteria asesinacerebros, los remakes suelen ser de nivel muy inferior al original. En ese sentido, "Solaris" es un remake más y no lo es, al mismo tiempo. Lo es, porque es una versión descafeinada del "Solaris" de 1972. Y no lo es, porque se asume desde el comienzo como una suerte de "hermano menor" de la versión rusa precedente, así es que no intenta abusar demasiado de su buena suerte. El resultado final es, por tanto, un producto decente y bien hecho, no tan malo como la crítica se dio en denostar, que reemplaza el contenido filosófico y existencialista del filme de Tarkovski por un ritmo mucho más ágil (una hora menos de película), y por tanto, más accesible para quienes renegamos de los excesos intelectualoides (ya saben, planos estáticos de veinte minutos de duración, cosas así) del cine europeo en general.

¿POR QUÉ VERLA?

-- El empaque visual de la película se sostiene por sí mismo. No es un aporte estético, e incluso desaprovecha criminalmente muchas posibilidades que tenía la historia (no muestra el océano de Solaris con toda la riqueza que lo describe la novela original, por ejemplo), pero no comete tampoco el error de querer remedar la estética del filme original. Esa estética estaba bien para 1972, pero en la actualidad, se ve tan obsoleta como la técnica descrita en una novela de Julio Verne.

-- Soderbergh tiene la inteligencia suficiente como para darse cuenta de que lo suyo no es contar una profunda historia metafísica, así que se decanta por otro lado, por rescatar el elemento romántico de la historia. Y francamente, le sale bastante bien. Es, dicho en plata, una historia de amor imposible, que no cae en el sentimentalismo lacrimógeno, lo cual es una lectura (o relectura) de la obra original tan válida como cualquiera otra que pueda sostenerse sobre sus dos pies.

-- Los protagonistas, si bien en esta ocasión no son prodigio de actuación, sí son lo suficientemente carismáticos como para sostener la atención del filme. Como resultado, no es un romance ni excesivamente frío, ni tampoco tan hot que elimine cualquier lectura filosófica de fondo.

IDEAL PARA: Verla como platillo de entrada antes de la versión rusa, para tener una idea de qué va la historia, y después ver la rusa para ver qué posibilidades ofrece la trama sin aburrirse demasiado.

"Solaris" (1972).


-- "Солярис" ("Solyaris", título original soviético), "Solaris" (título internacional). Unión Soviética. Año 1972.
-- Dirección: Andréi Tarkovski.
-- Actuación: Natalya Bondarchuk, Donatas Banionis, Jüri Järvet, Vladislav Dvorzhetsky, Nikolai Grinko, Anatoli Solonitsyn, Sos Sargsyan, Olga Barnet, Tamara Ogorodnikova, Georgi Tejkh, Yulian Semyonov, Olga Kizilova.
-- Guión: Fridrikh Gorenshtein y Andréi Tarkovski, basados en la novela de Stanislaw Lem.
-- Banda Sonora: Eduard Artemyev.

-- "Solaris" en IMDb.
-- "Solaris" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Kelvin, un astronauta terrestre, vive una historia de amor que se interrumpe abruptamente cuando ella fallece. Completamente desolado, emprende el viaje hacia el espacio exterior, hacia un planeta llamado Solaris, en donde hay un gran misterio escondido. Parte del misterio consiste en la aparición de la encarnación de la chica muerta de Kelvin, con curiosas consecuencias. El planeta entero aparentemente es un ser vivo, y está tratando de comunicarse.

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Alguna vez, "Solaris" fue catalogada, de manera un tanto reduccionista porque sus temáticas y motivaciones son bien diferentes, como "la respuesta soviética a 2001". Stanislaw Lem (1921-2006) era un novelista interesado en temas tales como la cibernética, la epistemiología y la teoría de las comunicaciones, problemáticas todas que vuelca en la novela que sirve de base a la película. Tarkovski, por su parte, era un cineasta preocupado de cuestiones existencialistas, la incomunicación humana, el sentido de la vida, etcétera. El resultado final es una película desoladora y pesimista sobre la condición humana.

¿POR QUÉ VERLA?

-- Es una joyita del cine de Tarkovski. Sus películas suelen ser lentas en grado sumo, y se nutren más de provocar distanciamiento del espectador con ideas simples y trascendentes, que atosigarlo con mucha filosofía, o demasiada acción. Cada película de Tarkovski es así un pequeño poema sobre la condición humana, y "Solaris" es una buena muestra de esto (de todas maneras, pienso que sus mejores filmes son los siguientes que hizo: "Stalker" y "El sacrificio").

-- Tiene una estética cochambrosa y retro que es muy propia del cine soviético, en general. En consecuencia, es una "de ciencia ficción" con fotografía y decorados muy inusuales. Para que vean que con la nave espacial plagada de cañerías de "Alien" o su estético tech-noir de "Blade Runner", Ridley Scott no inventó nada nuevo.

-- La historia misma es poderosísima. Basada o no basada en una historia anterior, en términos puramente fílmicos es una de los relatos más inusuales jamás contados: el de una criatura extraterrestre que intenta comunicarse con la Humanidad, y los esfuerzos paralelos de la Humanidad en este mismo sentido, abocados aparentemente, y de manera irremisible, al fracaso. No hay muchas de Sci-Fi que tengan un argumento tan contundente, y menos que tengan un tratamiento tan poco triunfalista, tan poco superheroico, tan poco... yanki.

IDEAL PARA: Vivir una experiencia filosófico-religiosa.

miércoles, 5 de abril de 2006

"Espartaco" (1960).


-- "Spartacus". Estados Unidos. Año 1960.
-- Dirección: Stanley Kubrick.
-- Actuación: Kirk Douglas, Laurence Olivier, Jean Simmons, Charles Laughton, Peter Ustinov, John Gavin, Nina Foch, John Ireland, Herbert Lom, John Dall, Charles McGraw, Joanna Barnes, Harold J. Stone, Woody Strode, Peter Brocco.
-- Guión: Dalton Trumbo, con aportes sin acreditar de Calder Willingham y Peter Ustinov, basados en la novela de Howard Fast.
-- Banda Sonora: Alex North.

-- "Espartaco" en IMDb.
-- "Espartaco" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Para los ignorábulos en Historia: Espartaco era un tracio que fue entrenado como gladiador. Lamentablemente, Espartaco considera que las condiciones de trabajo son lamentables, y monta el equivalente romano de una huelga laboral: rebelión armada y asesinato de los ricos y famosos del jet set republicano (aún no es el Imperio Romano, sino la República Romana). Pavor entre los adinerados, quienes temen perder sus lindos culos sentados en el Senado. Elegante displiscencia de los políticos, agrupados en torno al aristócrata Craso, y al "amigo del pueblo" Graco (que por cierto, lo de amigo de la plebe le dura lo que se entera de que esa plebe está en armas exigiendo justicia). Envían ejército tras ejército contra Espartaco, quien lucha contra ellos, inamovible como una roca, hasta que el malvado Craso sale a hacerle frente. Como es una histórica, y no "La guerra de las galaxias", en ésta el malo gana. O sea, Espartaco será pasto para los soldados del Departamento de Crucifixiones Sumarias, y Craso prometerá salvar la libertad y la dignidad del pueblo romano, ahogando de paso la democracia y creando una dictadura personal. ¿Les suena como a Palpatine o George W. Bush...?

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Se aunan dos cosas en esta película. Por una parte, la izquierda estaba en la marea ascendente; no en balde era la época previa al hippismo, las flores, haz el amor y no la guerra, el '68, etcétera, mientras que el fascismo americano, en su diabólica encarnación del macartismo, estaba en retirada. Por otra, las innovaciones técnicas recientes en materia de cine (cinerama, cinemascope, etcétera) habían puesto de moda las películas espectaculares, por lo que Hollywood estaba abocadísimo a los filmes "de romanos". Hacer una "de romanos" izquierdista era cuestión de tiempo.

¿POR QUÉ VERLA?

-- Es una de las reinterpretaciones históricas más coherentes que nos ha entregado el cine, en términos ideológicos. Nada de raro, considerando que toda la plana mayor, partiendo por el director S.K., siguiendo por el escritor Howard Fast (quien escribió la novela que sirvió de base a la película), y el protagonista Kirk Douglas, no eran nada sospechosos de republicanismo, precisamente. Y eso se nota. Todos los esclavos son buenos y virtuosos, y son los oprimidos (en la época romana surgió el término "proletariado", ¿sabían?). Todos los romanos son viciosos y degenerados, y son la clase alta (la burguesía de la época). Pero, independientemente de las opiniones personales de cada uno, encontrar una película tan ideológicamente coherente como ésta es muy, muy, muy difícil.

-- Está filmada con una solvencia sin igual, cortesía del maestro Stanley Kubrick. ¿Les suena? ¿"La naranja mecánica", "2001: Odisea del espacio", quizás...? Cierto que en términos de estilo fílmico, esta película parece más un trabajo de encargo que una obra autoral, pero no es menos cierto que la legendaria meticulosidad y preciosismo de Kubrick por los detalles está ahí: todo preciso, todo en su punto, todo encaja como un enorme rompecabezas de 1000 piezas. ¡Ah! Y todo eso, sin que resulte aburrido o poco natural (como no sea por las escenas pastoriles de amor, rodadas por el viejo expediente de poner algunos arbolitos de cartón piedra, o cartón sin piedra, en un estudio cerrado, y que se ven todo lo naif que lucen tales recursos hoy en día).

-- Los actores están en su punto, insuflándole enorme vida a unos papeles que, bien mirados, pecan de ser planos y arquetípicos, demasiado estructurados en función al mensaje ideológico del filme. Kirk Douglas, como superhombre redentor de esclavos, está inmenso como la vida. Laurence Olivier, por su parte, compone un Craso sutil y lleno de matices, que funciona como villano truculento y ambicioso, y también como el supuesto "salvador de la República" que pretende ser. Peter Ustinov compone un simpático lanista que redefine el concepto de "ladino" (éste fue, años antes de "Espartaco", el Nerón de "Quo Vadis", por más señas), que hace contrapunto cómico con el resto de los personajes estatuarios.

-- El guión está magníficamente llevado. Se toman algunas licencias poéticas con la historia, como siempre (Espartaco murió en batalla, y no crucificado, por ejemplo), pero a cambio, las soluciones literarias están muy bien. Incluso se cuidan de que la última escena sea Espartaco crucificado con su esposa a los pies, para que se parezca a cierto otro crucificado que tenía a su madre virgen a los pies... (en los precréditos se nos ha informado de que todo esto es antes de Cristo, para que entendamos bien, y entre líneas). Volviendo al guión, éste explica bien la prolija maraña de intrigas políticas romanas, de manera un poco esquemática, quizás, pero muy efectiva para describir la verdadera (en términos fílmicos) personalidad de aquellas gentes, incluyendo su ambición, vacuidad, hipocresía y autoindulgencia.

-- El despliegue de recursos (extras, paisajes naturales, decorados) es todo lo ostentoso que puede serlo una película hollywoodense, y gastando menos que la "Cleopatra" de Elizabeth Taylor, consigue resultados harto mejores. Ni hablar de las magníficas escenas de batalla: quizás sean un poco ingenuas hoy en día (no se ve sangre y la cámara no salta tanto), pero siguen viéndose majestuosas (considérese que esa época todo se filmaba de verditá, sin escenarios digitales ni extras dibujados por ordenador).

-- La escena de la búsqueda de Espartaco entre los prisioneros. El parlamento "¡Yo soy Espartaco!" puede sonar espúreo, pero la fuerza de esa escen... no, no vamos a contar de qué se trata, por si no han visto la película.

IDEAL PARA: Ver cine histórico de altura.

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