11 años de Cine 9009 en línea.

El próximo 19 de febrero de 2017, Cine 9009 cumplirá once años en línea. Sí, jodíos, cuéntenlos, once en total desde su inauguración en el ya lejano 2006. Y para celebrar, estamos embarcados en una minimaratón de posteos. De manera que entre el domingo 12 y el domingo 19 del febrero que ya mencionamos, habrá un posteo nuevo con una peli nueva cada día, en donde aprovecharemos de repasar algunas que vimos en el cine, y que por un motivo u otro no acabaron publicadas en su día. Y a no quejarse de que llegó demasiado tarde, que ya no las podemos ver en el cine y otras cosas. También está el cable, el streaming, los DVDs para los cuatro gatos que todavía los compran, y... er... well... medios menos legales para conseguírselas. Además, si fuera por eso, no habría posteado pelis de cine mudo que se estrenaron hace sus buenos 90 o 100 años atrás. De manera que... disfruten, y saludos para todo el mundo (eeeeeexcepto para ese perejil de allá... sí, tú, a tí te hablo... el de la IP chistosa... te reconozco, eres el imbécil que no apagó el smartphone el otro día en el cine. Cretino. Pero para el resto, saludos).

domingo, 31 de agosto de 2008

"Atando cabos" (2001).


-- "The Shipping News". Estados Unidos. Año 2001.
-- Dirección: Lasse Hallström.
-- Actuación: Kevin Spacey, Julianne Moore, Judi Dench, Cate Blanchett, Pete Postlethwaite, Scott Glenn, Rhys Ifans, Gordon Pinsent, Jason Behr, Larry Pine, Jeanetta Arnette, Robert Joy, Alyssa Gainer, Kaitlyn Gainer, Lauren Gainer.
-- Guión: Robert Nelson Jacobs, basado en la novela de Annie Proulx.
-- Banda Sonora: Christopher Young.

-- "Atando cabos" en IMDb.
-- "Atando cabos" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Pobre tipo. Tiene un papá que se encarga de recordarle lo inútil que es (¿para qué es un padre, si no?), y luego se encama con una chuloputa que lo putea de la mañana a la noche. Pero el tipo tiene la personalidad destruída, así es que se convence de que esas migajas de atención son amor. Y se casa. Y tiene una hija con ella (o mejor dicho, ella tiene una hija con él, para que esto no parezca la de Schwarzenegger). La fuckgirl termina aburriéndose y se va, con la niña al lado. La policía recupera a las dos después, a una de ellas lista para el necrófilo bajo una maraña de fierros de auto doblados, y a la otra después de que mamacita la había vendido en el mercado negro para sacar 6000 de los verdes. Aparece entonces una tía en plan lo que botó el hada madrina (no es bonita ni joven), que se lo lleva hacia la tierra de sus ancestros, un pueblo perdido en allá tíramepalmonte al borde de unos acantilados nada más monos. En esa nueva localidad, sumergido en un periodicucho local (¡¡¡N° 1 PARA ENVOLVER PESCADOS!!!), con nuevos y provincianos vecinos, y bajo la atenta mirada de la educadora de párvulos del lugar, nuestro héroe (¿héroe, este debilucho?) encuentra una nueva oportunidad de descubrirse a sí mismo, desarrollarse como persona, transformarse en un hombre completo, sobrevivir hasta doblar la segunda hora de peli, etcétera.

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

El buen Schopenhauer decía que la naturaleza humana oscilaba entre el deseo y el hastío. O algo así. Deseo, por querer lo que no se tiene, y hastío, por el aburrimiento que da todo lo que se tiene. En tanto la naturaleza humana siga siendo así, y no hay muestras de que vaya a cambiar (gattacos aparte, por supuesto), estas pelis de autoayuda y superación en plan "Tus zonas erróneas" seguirán teniendo su público, y en consecuencia, seguirán manufacturándose. Lasse Hallström, más o menos reconocido en los '90s por pelis de registro más intimista como "A quién ama Gilbert Grape" y "Las reglas de la vida" (nada de mal para alguien que comenzó su carrera ¡rodando casi toda la videografía de ABBA!), quiso seguir abusando de su suerte adaptando una novela de una tal Edna Annie Proulx (conocida también por escribir el relato que sirvió de base para "Secreto en la montaña", la de los vaqueros colipatos). El tiro le salió más o menos bien. No tan bien como para que la peli fuera estrenada comercialmente en los cines de Chile, pero no tan mal que nunca jamás en la vida sea retransmitida por el cable. Aunque por otra parte, si en el cable tienen la osadía de exhibir pelis como "Candyman 3" o "Detrás de las líneas enemigas 2: El eje del mal"...

¿POR QUÉ VERLA?

-- Esta es una de esas pelis en las cuales lo que se cuenta es menos importante que el cómo se cuenta. La historia es un tanto facilona (el tipo tiene un mal karma, viaja a un lugar relacionado con su pasado, en ese lugar rehace su vida y de paso conquista a la chica... lo de siempre, vamos), e incluso ni siquiera aquí está mejor desarrollada que en otras partes. En ese sentido, es simplemente otro producto Hollywood dizque-intelectual quiero-Premio-Oscar de los que suelen perpetrar los Hermanos Weinstein, para satisfacer al ala cultureta del cine comercial ("El paciente inglés", "Shakespeare apasionado", "Las reglas de la vida", "En busca del País de Nunca Jamás"...). Pero en lo que a nivel de realización se refiere, está más que bien. La novelista exigió, para autorizar la realización de la peli, que fuera rodada en locaciones, y eso, combinado a una estupenda fotografía, le da un tono único. Kevin Spacey, fresco entonces su éxito por "Belleza americana", se saca los zapatos (otra vez) y prueba (otra vez) lo gran actor que es (otra vez); esto hace fácil simpatizar con su personaje y seguirle las peripecias, a pesar de que en estricto rigor, el pobre desgraciao es un loser de lo peor, y ya sabemos que a nadie le gustan los losers. A su lado, Julianne Moore desluce un tanto, quién sabe por qué, si acaso Kevincito se la come (¡actoralmente hablando, claro está, no piensen eso, caramba!), o si el personaje simplemente no le iba, porque la Moore hace tiempo que tiene bien ganado su reconocimiento como gran actriz de Hollywood. Judi Dench, la M de las pelis Bond de la Era Brosnan, así como la Reina Isabel en otra Weinstein-Movie ("Shakespeare apasionado"), repite su papel de vieja pesada, lo que a pesar de tratarse de una gran actriz, pues bien, resulta algo cansino. Como la esposa muerta del prota aparece Cate Blanchett, en un papel rápido y fugaz, pero de que le pone morbo a su mujer fatal, le pone (para la trivia, años después la Blanchett y la Dench se cruzarán en "Escándalo", mientras que aquí no comparten escenas). Y como secundario de lujo tenemos al gran Pete Postlethwaite, qué más queremos. Todo esto alcanza para redimir una peli que cae en cosas como darle diálogos muuuuuu profundos a la niñata, convirtiéndola en la clásica pequiñirra odiosa, o como darle énfasis a eso de la casa amarrada de cables para que quede muuuuuu metafórico too. Pero cuando la peli se olvida de que tiene que ser cultureta, porque, ¡rediez, voto a Ezpaña, que es una de los Weinstein con Hallström de director!, entonces alcanza un estupendo nivel.

IDEAL PARA: Ver en esos momentos especiales en que la vida va down, y salir silbando una bonita melodía después.

OTRAS PÁGINAS SOBRE "ATANDO CABOS":

-- (Ir a la página). Esta peli en Labutaca.net.
-- (Ir a la página). Comentario en El Criticón.

VIDEOS.

-- Trailer de la peli [en inglés, sin subtítulos].

jueves, 28 de agosto de 2008

"Dos semanas en otra ciudad" (1962)


-- "Two Weeks in Another Town". Estados Unidos. Año 1962.
-- Dirección: Vincente Minelli.
-- Actuación: Kirk Douglas, Edward G. Robinson, Cyd Charisse, George Hamilton, Daliah Lavi, Claire Trevor, James Gregory, Rosanna Schiaffino, Joanna Roos, George Macready, Mino Doro, Stefan Schnabel, Vito Scotti, Tom Palmer, Erich von Stroheim Jr.
-- Guión: Charles Schnee, basado en la novela de Irwin Shaw.
-- Banda Sonora: David Raksin.

¿DE QUÉ SE TRATA?

En un oscuro, aséptico y camp-60s psiquiátrico, el venerable Kirk Douglas con su look algo oldfashioned '50s es entrevistado por su médico tratante. Es que ha llegao carta, y la carta es de un viejo amigo. Claro que con amigos como ése... El paciente era antiguamente una gran gloria del screen, y su amiguete era un director de cine... bueno, sigue siéndolo, y le ofrece un papelito (papelito de los de cine, no de los que se fuman, por si acaso). El paciente pregunta si está sano como para ir, el médico pregunta "¿se siente usted sano?", el paciente dice que el médico diga, que para eso es el experto y le pagan porrá de dinero, el médico dice que en su opinión sí, entonces él dice que está sano y puede irse, el médico dice que es su opinión pero que no necesariamente quiere decir que esté sano... Después de esta tonelada de cláusulas de exención de responsabilidad por negligencia médica, nuestro buen amigo por fin está en viaje a Roma, en donde su amiguete está sepultado rodando un peplum de tres al cuarto. Allí se entera de que no es casualidad que esté allí, que al amiguete le ha escrito el doctor del psiquiátrico pidiéndole que le dé cualquier trabajo, así es que el director le ofrece hacer el doblaje definitivo... (en la época se estilaba que las pelis de forzudos a la italiana se grabaran con los músculos y las mamas de modelos masculinos y femeninos, y después actores de pro los doblaban en el audio). Las cosas se complican porque la antigua chica fatal que arrojó al psiquiátrico al actor en primer lugar, ronda por ahí bien encamada con un petrolero griego cuyos barquitos serenos que se los lleva la mar navegan bajo la bandera de Liberia. Y además aparece una pretendiente joven. Y el director tiene sus propios líos con su esposa. Llegar a terminar el rodaje de una peli así, puede ser entonces un verdadero parto...

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Vincente Minelli es un director de cine sumamente discutido. ¿Era bueno, era mediocre, era malo, era un wannabe...? Bueh, ese misterio nadie lo pudo resolver, y después se lo llevó a la tumba. O eso pareciera, porque sus pelis murieron con él. Hagamos un experimento. ¡Señores lectores de Cine 9009, por favor! ¡Los que conozcan al menos alguna peli de la filmografía de Vincente Minelli (que no sea ésta que comentamos, no sean tramposos), que se pongan de pie! Hmmmmmm... ¿Nadie? ¿Absolutamente nadie? Veamos... ¡Los que hayan visto musicales empalagosos como "Un americano en París", "Brigadoon"...! ¿Nadie? ¿Es que así de muerto está el arte del musical clásico...? ¡A ver, los que hayan visto "Cita en San Luis"... Que no sea Carrie Bradshaw en la Navidad de "Sex and the City"...! ¡Ultima pregunta! ¡Los que conozcan a algún pariente del señor Vincente Minelli! Miren, ahí se levantaron algunos, sí, sí, sí, Vincente Minelli es (o era) el papá de Liza Minelli... Bueno, Vincente Minelli fue un director alabado por algunos y criticado por otros. Ya entrando los '60s, el escenario no estaba para lindos musicales con escenarios impostados (aunque alguno que otro se pergueñó, como "Hola Dolly"), y Vincente Minelli tuvo que emigrar hacia otras aguas. Se fijó entonces en una novela de un tal Irwin Shaw, novelista de éxito relativo en su tiempo y olvidado en el nuestro (quién sabe si con justicia, no sólo nunca he leído un libro suyo, sino que tampoco lo he visto en librerías de libros nuevos o usados), y decidió adaptarla. La crítica se dividió. Algunos la ven como una aguda crítica a la industria del cine en general. Otros la ven como la larga pendiente en la que se arrojó un decadente y desorientado Minelli. ¿Nuestra conclusión? Sigan leyendo, amables lectores...

¿POR QUÉ VERLA?

-- ¿Te gusta el melodrama clásico que le echa cinco kilos de azúcar y cinco kilos de harina a un pastel que debía pesar un kilo y medio? Bueno, ésta es la tuya. Pero para el resto del público, puede resultar como mínimo un poco desconcertante. Porque la peli tiene una buena premisa y un buen arranque (actor saliendo del psiquiátrico, buscándose a sí mismo después de una dark age, en una amistad/enemistad con un director jodepú...), pero una vez en la estacada, la peli hace bien poco por moverse. De hecho dura dos horas, pero en la primera hora pareciera ser que ni el guionista ni el director tienen claro qué contar después, y la peli avanza a tropezones hacia ninguna parte. Recién en la segunda mitad se compone un poco, cuando el prota decide hacerse cargo de la peli de su amigo/enemigo el director, y con gusto hubiéramos querido que la peli se hubiera centrado en esto, y nos hubiera ahorrado todo el latero prólogo anterior que abarcaba ¡media peli! Y cuando se resuelve, por supuesto, lo hace a todo vapor y sin dar tiempo a nada. Yo no sé a quién diablos habrá aprendido cómo rodar un drama folletinesco este tipo, pero sí puedo decir lo siguiente: él nunca pisó las aulas de la Academia de Cine del General Gato. Con razón venía de los musicales: allí los números de baile son lo mejor, y la trama es lo de menos. Acá, en consecuencia, todo se ve campy a más no poder. Y conste que tenían al gran Kirk Douglas (papi de Michael Douglas para las new generations) de prota, y al incombustible Edward G. Robinson ("El pequeño César", "Los diez mandamientos", "El oro de Mackenna") como el director pesotilla... Qué desperdicio, oh, Bastet...

-- Si hay una razón para ver esta peli, probablemente sea por el retrato que hace sobre la industria del cine desde su interior. Apreciamos cómo son los tiras y aflojas entre productores y directores, descubrimos la curiosa costumbre que tenían los italianos de grabar las pelis con actores y actrices que prestaban la pechonalidad para después doblarlos con otros más profesionales pero menos agraciados, y en general nos enteramos algo del ambiente y el tufillo de rodar pelis en ese tiempo. Pero la peli no se centra en esto sino en el drama íntimo de un hombre caído buscando la redenc... ¡Bah! Si tienen aguante, prueben a verla de todas maneras por esto. Repito: si tienen aguante.

IDEAL PARA: Amantes del campy desaforado.

ENLACES.

-- (Ir a la página) Entrada en IMDb.
-- (Ir a la página) Artículo de la Wikipedia en inglés.
-- (Ir a la página) Comentario en Claqueta.es.

VIDEOS.

Lo siento, no he conseguido encontrar videos de esta peli.

domingo, 24 de agosto de 2008

"2 días en París" (2007).


-- "Deux jours à Paris" (título original), "2 Days in Paris" (título internacional en inglés). Francia / Alemania. Año 2007.
-- Dirección: Julie Delpy.
-- Actuación: Julie Delpy, Adam Goldberg, Daniel Brühl, Marie Pillet, Albert Delpy, Aleksia Landeau, Adan Jodorowsky, Alexandre Nahon, Charlotte Maury-Sentier, Vanessa Seward, Thibault De Lussy, Chick Ortega, Patrick Chupin, Antar Boudache, Ludovic Berthillot.
-- Guión: Julie Delpy.
-- Banda Sonora: (¿no adivinan quién repite nombre...?) Julie Delpy.

¿DE QUÉ SE TRATA?

A bordo de un tren, una neurótica pareja postmoderna llega a París. Ambos no pertenecen a la cultura indígena, sino que forman parte de ese raro club social conocido como "intelligentzia", "culturetismo", o más crudamente dicho, "esnobismo intelectual". Ella es francesa de París, y como buena francesa de París, es muy chula y guay, y también muy liberal. El es un fotógrafo estadounidense, y reúne todos los clichés del macho triste: es macho-sensible, inseguro hasta fumarse una cajetilla entera y seguir, y permanentemente desencajado del mundo y sus miserias. Se van a alojar dos días en la casa de los padres de ella, y ahí comienza el calvario. Porque si ella es estrambótica, sus padres bordan más o menos lo mismo. El pobre tipo se queda alucinado con la cultura francesa, o lo que de ella se muestra (que como acá en Chile, en realidad es un pretexto de un grupo de narcisistas encumbraos que flipan en onda yo soy guay para tener sepso), en particular porque no termina de encajar en ella. Porque la ondilla media liberalistoide de su chica no lo termina de convencer (por "liberal" entendemos: la chica ha tenido sus tórridos escarceos por aquí y por allá). Tampoco ayuda que ella, con su mejor espíritu "pobrecito, vamos a protegerlo de mi misma y mis propias travesuras, y no le digamos nada de con quién me he revolcado", pero insisto, no por ella misma sino para proteger a su pimpollo, miren qué guay ella, empieza a enhebrar una que otra mentirilla sobre que ése tipo no significó nada en mi vida (salvo por salpiconcitos varios con aceite de la sartén, claro está), y bueno, eso no ayuda a consolidar la relación... serán las 48 horas más infernales de la pareja, y nadie garantiza que las cosas deban resultar como deben. Eso, salvo que nos encomendemos al espíritu de Santa Julie Delpy, que escribió el guión de esta peli, la coprodujo, la dirigió, la protagonizó, la editó, la musicalizó, y si no se quedaba cada noche a barrer el set del estudio es porque... porque... porque... hmmmmmm... ¿y si lo hubiera hecho, también...?

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Julie Delpy es de esas actrices que en alguna época remota estuvo a punto de ser the next best thing, pero que la arrogancia, las pésimas decisiones y un poco de mala suerte en el camino, la relegaron al rol de la promesa eterna que nunca llega a ser. Su irrupción a nivel internacional fue por el protagónico de "Blanc", la segunda parte de la trilogía de los Tres Colores (¿trilogía de tres...? ¿en serioooooo...?) que rodara el malogrado Krzysztof Kieslowski (ya había tenido un papelillo ultrasecundario del que nadie se acuerda, en "Los tres mosqueteros", sí, la de Sutherland/Sheen/O'Donnell). Su nombre siguió en alto con la sobrevalorada y aburridísima "Antes del amanecer", y luego la cg... perdón, metió la pata con "Un hombre lobo americano en París", y a partir de entonces, todos fueron papeles que, más que papeles, parecen cameos. Y los años pasan, la vejez llega, y ya sabemos que las actrices valen por su contrato con Revlon y no por su talento actoral (por cada Streep que ha conseguido envejecer y sobrevivir en Hollywood, hay cuarenta actrices con carreras prematuramente abortadas por la pérdida de, ejm, vigor y presencia física, podríamos decirlo así). De manera que Delpy dio el paso que otras actrices tratan, para mantenerse vigentes: saltar a la dirección. Paso que no siempre funciona (Jodie Foster lo intentó con "Nell", siendo escritora/directora/protagónica, y por suerte que la actuación se le siguió dando o si no ya estaría cobrando el seguro del paro). He aquí entonces la opera prima de una actriz semiacabada, el manotazo de ahogado para mantenerse vigente en el cruel mundo de la intelectualidad artística (cinéfila, en este caso). Maniobra que parece haberle resultado bien, como que después se embarcó en otros proyectos, ejm, "autorales". Por lo menos cosechó el aplauso del público, o el segmento más refinado de éste al menos. Lo que, como de costumbre, suele decir más sobre las personas que ven una peli, que sobre la calidad de la peli en sí, pero en fin...

¿POR QUÉ VERLA?

-- ¿Por qué el mismo público que rechazó "Sex and the City" por ser superflua y banal, enfrentado a "2 días en París" la encontró la rechifla y saludó a Julie Delpy como la nueva Woody Allen francesa, cuando en realidad ambas pelis son casi la misma cosa? Las dos se tratan de chicas neuróticas treinteañeras, emperradas en no crecer, y que se refugian en su mundo de fantasía para evitar colisionar con la realidad y con el compromiso (en un caso ese mundo de fantasía es la joyería, la alta costura y los manolos, y en otro es el culturetismo diletante, pero mundos de fantasía al final del día). Y no vemos aquí un progreso notable por sobre la obra maestra de Darren Star. La peli de Delpy es un monumento a, bueno, el egotismo de justamente la diva, la Delpy, desesperada por tratar de sacar adelante una peli en donde demuestre de una vez por todas que ella es grande, única y nuestra. Puede alegarse en contra, por supuesto, que es una peli casi artesanal, producida a puro ñeque, un estilo de cine personalizado que casi no se estila en la era de grandes blockbusters de 250 millones de dólares que no alcanzan para comprarle alma propia a las cintas, pero claro, por otra parte podría decirse qué tan dificultoso podría haber sido conseguir financiamiento, si el proyecto de verdad hubiera podido venderse por sí mismo... La peli trata de ser irónica y distanciarse de la Delpy, pero a las últimas, es ella quien se supone llena la pantalla con lo que, nosotros debemos creernos, es su carisma personal. Cuando la Delpy trabajaba para otros directores estaba inmensa como la vida (ahí la tienen en "Blanc" de Kieslowski, sin duda el apogeo de su carrera), pero acá, dirigiéndose a sí misma, demuestra no tener claras sus limitaciones. Se la ha saludado como una especie de Woody Allen femenina en francés, pero para Woody Allen, mejor el original, que después de todo por algo inventó la fórmula del narcisismo neurótico autorreferente gracioso. Para colmo, la Delpy trata de hacer la movida cultureta de "soy crítica de mi país y soy crítica de la cultura occidental", y se le ocurre meter algunos chistes políticos ultrasobados, que a estas alturas del partido ya no tienen gracia (¿se supone que el gag del taxista racista debía hacernos reir inteligentemente...?). Incluso el final, en donde se resuelve toda la tensión dramática acumulada, está contado desde la no muy interesante perspectiva de ella, en vez de dejar fluir al libre juego de actores, resultando en uno de los finales más WTF que ha producido el cine en los últimos años, por su rampante narcisismo. Pero si eres un cultureta de pro, quizás aquí encuentres tu fantasía proyectada, de una chica bonita y con algo parecido al talento, metida a artista, que saca adelante un proyecto personal y es muy alabada por eso. O sea, la Princesita del Cine Cultureta Francés, directo para tus ojos. Si eres cultureta de pro, deberías saber apreciar eso.

-- La peli a ratos resulta graciosa. Las más de las situaciones en realidad son de risas forzadas, porque los protas son lo suficientemente antipáticos como para que, en un análisis más frío de la situación, no consigas empatizar con ellos (y si empatizas con ellos, ponte rápido en tratamiento, porque te advertimos, TIENES UN PROBLEMA). Pero a veces, cuando la Delpy se olvida de forzarse a ser graciosa, o trata de evitar ponerse a sí misma conscientemente en ridículo para decirnos "¿ven que no soy tan narcisista y me puedo reir de mí misma? ¿ven-ven-ven-ven-ven...?", consigue algunas buenas risas.

-- Dura algo menos de hora con cuarenta. No es tan largo el martirio, por suerte. Peor hubiera sido que fuera como "24" y hubiera narrado esos mismos dos días, en tiempo real...

IDEAL PARA: Hacer ejercicio de onanismo cultureta.

ENLACES.

-- (Ir a la página) Sitio oficial de la peli.
-- (Ir a la página) Entrada en IMDb.
-- (Ir a la página) Artículo de la Wikipedia en inglés.
-- (Ir a la página) Entrevista a Julie Delpy sobre la peli.
-- (Ir a la página) Comentario en Blog de Cine.
-- (Ir a la página) Otro comentario en Blog de Cine.
-- (Ir a la página) Comentario en El Cine... Una Realidad Poética.
-- (Ir a la página) Comentario en Bien Ahí.
-- (Ir a la página) Comentario en Disorder.cl.
-- (Ir a la página) Comentario en Mi Cine - por Halbert.

VIDEOS.

-- Trailer de la peli [en inglés, sin subtítulos].



-- La escena cuando van a tomar un colectivo [en inglés, sin subtítulos].



-- Conversación sobre el moho negro [doblada al español de Ezpaña].



jueves, 21 de agosto de 2008

"Mucho hielo y dos dedos de agua" (2006).


-- "Muito Gelo e Dois Dedos d'Água". Brasil. Año 2006.
-- Dirección: Daniel Filho.
-- Actuación: Mariana Ximenes, Paloma Duarte, Ângelo Paes Leme, Thiago Lacerda, Laura Cardoso, Ailton Graça, Matheus Costa, Carla Daniel.
-- Guión: Alexandre Machado y Fernanda Young.
-- Banda Sonora: Guto Graça Mello, acreditado como director de orquesta (no hay créditos al compositor).

¿DE QUÉ SE TRATA?

Hace muitos años atrás, una abuela se llivaba a un par de crian
ças a la playa, y las obligaba a tustarse bajo e sol muito candeinte, a cortarse as cutículas, a pasar por as penas do inferno para verse bonitas e saludável... Mais, as crianças han crecido, y ahora es tiempo de pagar por todas las que la abuela ha hecho pasá. De manera que organizan tuto para secuestrar a la vieja. Ahora, a hermana mayor está casada con un urólogo que es tuto mangoneado por la palanca do sexo, y a hermana menor es una rebelde sin causa que anda por a vita sin estabilidade. Entre ambas llevarán a cabo su retorcido plan, en el cual, por azares do destino, se verá embarcado un joven e poco avispado abogado. Aderezarán o plan con a casa na playa, muita marihuana e sua poca de desnuido mamario. Será un fin de semana inolvidável para la vieja y sus dos nietecitas. También para o abogado, e para o urólogo. E para la policía en busca do estupefacientes...

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

La cinematografía brasilera debe ser una de las más sólidas del continente, aunque sea por puro criterio demográfico: es más fácil sostenerla en un país con una población estimada de 190 millones de habitantes, que en los misérrimos 15-16 millones de Chilito. Vale que Brasil habla portugués y eso dificulta grandemente la exportación de cualquier cosa que no sea esos telepredicadores todos mijis que seducen desprevenidas amas de casas proletas con su muito religiuso portuñol, pero por otra parte, contra lo que se piensa habitualmente que Latinoamérica es una e indivisible bajo la férula de la sanguinaria dictadura lingüística de la Real Academia Española de la Lengua, en Latinoamérica se hablan tantos españoles como países hay (a veces más de uno, y si no miren a un chilote tratando de entenderse con un puis del altiplano acá en Chile), y eso dificulta grandemente que una peli argentina penetre en Chile o una chilena penetre en México. Por el contrario, Brasil ha seguido creando pelis y pelis de manera ultraconsistente, apoyados por la diversificación del portafolio de inversiones llevadas a cabo por las cadenas televisivas generaculebrones (O Globo particularmente, aunque Manchete no se queda atrás), que ganan su turro exportando teleseries y más de alguna vez lucrando con el negocio de los remakes. ¿Qué puede importarle entonces a Brasil que sus pelis sean poco vistas en el extranjero, que casi ninguna llegue a los cines del resto de Latinoamérica (por lo menos en Chile, con suerte, se estrenan de cero a una por año), que encontrarlas en DVD sea una proeza ciclópea, y que en el cable las exhiban a ritmo de una por cada período geológico de la Tierra? Brasil, como la India, es casi una especie de supercontinente cinematográfico por derecho propio, y eso no va a cambiar porque el resto del mundo decida seguir su camino y hacerle el Inch'Allah a Hollywood. Una lástima, por supuesto, porque el cine brasilero ha alcanzado altos estándares de calidad, y no sólo por sus lacrimógenas pelis de denuncia sobre las favelas y la corrupción política, sino también por pelis históricas ("La guerra de Canudos" se me viene a la mente), dramas, comedias... Yo no reniego del Hollywood que tantos y tan buenos momentos me ha hecho pasar en la vida, pero si llegara un poco más de Brasil a las costas cinematográficas chilenas... ¡Por Dios que agradeceríamos el alivio!

¿POR QUÉ VERLA?

-- Esta es una de esas pelis que uno podría calificar de atemporales, no en el sentido de ser clásicos marmóleos y eternos, sino de que no tienen la preocupación de reflejar un aquí y un ahora. A la larga, eso de todas maneras pasa (las técnicas audiovisuales empleadas en la narración son puro postmodernismo con su toque sutil de kitsch). Lo que interesa aquí es el desmadre absoluto y el pasársela bien. La idea de secuestrar a la abuela para hacerla pagar por lo desagradable que alguna vez fue, podría dar para un hercúleo clásico hitchcockiano, pero esta peli sabiamente no se va por ese lado ni pretende hacerlo, sino que aborda tal premisa como un mero pretexto para lo que de verdad importa: montar una bizarrada tras otra. Podría decirse que es una especie de comedia de enredos con anfetaminas. A la larga no importa demasiado qué pasa con la abuela, o con las miraditas entre el abogado y las dos chicas, o con el urólogo en problemas con la ley, porque la peli no pretende ser un denso análisis psicológico, e incluso cuando amenaza con ponerse dramática, pasa esas cosas a sotavento (genial en esto es recrear las escenas para el recuerdo como dibujos animados, contribuyendo así poderosamente a desdramatizar tales situaciones potencialmente lacrimógenas). Influye, por supuesto, que Daniel Filho es un director formado principalmente en teleseries brasileras, rubro en el que ha estado trabajando desde los '70s, y por tanto maneja al dedillo la manera de darle pulso a la historia (las secuencias postmodernas, como por ejemplo los viajes alucinógenos de la vieja y de las chicas, o esa banda sonora con acordes burlescos ezqueIndianayonescos, están más que bien manejadas, y le dan carpetazo a los intentos de los wannabies recién egresaditos de las Academias de Cine que creen que por eso son los bacanes que impondrán el New Cinema...). Al final queda la sensación de no haber visto algo demasiado trascendente, ni siquiera demasiado importante, pero ¡qué importa!, si uno se echa en el sillón y se relaja, se va a pasar el gran rato de la china concibiendo chinitos. ¿Qué más le puedes pedir a la vida? ¿Pantuflas y una chimenea...?

-- No podíamos dejar de hablar, como toda producción brasileira que se precie de tal, del tema, ejem... femenino. Mariana Ximenes, la prota rebelde y reventá por la vida, es un tanto cargante, aunque no alcanzo a discriminar si es ella quien no da la talla o el personaje se supone que es así (si yo hubiera visto más pelis de ella, quizás...). Paloma Duarte, como la hermana mayor que se toma el fin de semana para desinhibirse un rato, brilla más que bien en registro de comedia, y también cuando tiene que soltar su lagrimón dramático por ahí. Y sí, hay carne en la parrilla (algún topless fugaz, no hay sexo, nada del otro jueves, pero menos leche da Jessica Alba...). Y ya que estamos en el apartado femenino, tenemos que darle también espacio a Laura Cardoso, presencia incombustible de los culebrones brasileros, que le da presencia a la abuela (si la peli le hubiera dado un poco más de lugar en vez de desplazarla a una especie de secundario de lujo, hubiera quedado incluso mejor, pero en fin...).

-- Escenas memorables. La vieja en el portamaletas. El estriptís (no muestra mucho, pero no tratan de forzar lo sexy). La secuencia de créditos, presentando un curioso cover de "It's oh so Quiet" de Björk, cantada en portugués... Todas las secuencias en dibujos animados. La fuga de la veterana. El duelo entre un urólogo y un rottweiler.

IDEAL PARA: Relajarse.

ENLACES.

-- (Ir a la página) Página oficial de la peli, en portugués.
-- (Ir a la página) Entrada en IMDb.
-- (Ir a la página) Artículo de la Wikipedia en portugués.
-- (Ir a la página) Comentario en MiSeptimaPasión.

VIDEOS.

-- Trailer de la peli [en portugués, sin subtítulos].



-- En viaje, con doña marihuana y su combo de alucinaciones [en portugués, sin subtítulos].



-- Diálogo entre las hermanitas [en portugués, sin subtítulos].



-- Escena romántica de la peli, pura conversación y nada de sexo por si se lo están imaginando, ustedes, malpensados... [en portugués, sin subtítulos].



domingo, 17 de agosto de 2008

"El caso Thomas Crown" (1999).


-- "The Thomas Crown Affair". Estados Unidos. Año 1999.
-- Dirección: John McTiernan.
-- Actuación: Pierce Brosnan, Rene Russo, Denis Leary, Fritz Weaver, Frankie Faison, Ben Gazzara, Mark Margolis, Esther Cañadas, Faye Dunaway.
-- Guión: Leslie Dixon y Kurt Wimmer, basados en el guión original de Alan Trustman para la peli "El caso Thomas Crown" de 1968.
-- Banda Sonora: Bill Conti.

¿DE QUÉ SE TRATA?

¿Es Thomas Crown un tipo confiable? ¿Le mirarías la cara a Pierce Brosnan y dirías "sí, confío en este tipo"...? Hmmmmmm... El caso es que Thomas Crown es una piraña erizada de abogados y conexiones políticas. Lo tiene todo. Salvo un lindo cuadro. Colgando en un Museo. Incomprable. Hasta que un día, llega un simpático caballito de troya hasta las instalaciones del Museo. Bueno, hay una diferencia entre un sarcófago etrusco y un caballo grecoasiático, así es que las autoridades del museo se ponen medio sospechosas. Pero entre burocracia viene y burocracia va, el caballito se abre. Y sale una panda de siniestros eslavos. Los slavish empiezan a hacer cositas aquí y cositas allá, y los sistemas del Museo empiezan a colapsar. Y por esos accidentes accidentosos del destino, aparece Thomas Crown rondando por ahí. Thomasito le dice a un guardia "oye, pues, mira, parece que algo raro está pasando aquí", y se arma la de Dios es Cristo dentro del Museo. Y en medio del todo el caos, Thomas Crown aparece en una sala cualquiera y, ¡ups!, así como que no quiero, por accidente, uno de los cuadros termina en el interior del maletín... Los pillastres acaban sentados en la comisaría, contestando preguntas, mientras que aparece una misteriosa mujer yo-en-control, representando a la agencia aseguradora suiza, que inmediatamente se las apaña para entrometerse con porfía femenina en la investigación. La agente en cuestión, apenas mete su nariz a la licuadora, empieza a oler todas las cosas que están mal, y su pizpireta probóscide le revela de inmediato que Thomas Crown está detrás de todo esto. ¿Por qué? Pues... ¡Porque es Thomas Crown, carajo! El poli a cargo de la investigación, mosqueado por supuesto porque ya quería a la agente para contratar su propia póliza de seguros, pero si le están haciendo el trabajo policíaco por él, pues bien, por qué no... La agente entonces se embarcará en la misión imposible de seducir el pelo en pecho de Thomas Crown, sin terminar ella seducida por él... ¿Quién ganará este juego del gato y el ratón? Ayayay, es que ustedes no han aprendido nada, en el amor, para ganar, hay que sacrificar un poco, y si uno se pone a competir, todo se va al demonio, el odio sólo destruye, sólo el amor es fecundo, hijos míos, aleluya...

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Por allá en 1968 se rodó una peli llamada "El caso Thomas Crown" (en español se ha exhibido también como "Sociedad para el crimen", por si acaso son cazadores de rarezas). La peli tuvo mediana recepción en su época por ser demasiado over-the-top (sí, es cierto, lo era), pero con el tiempo se transformó en pieza de culto, más que nada por lo onderos que se veían Steve McQueen y Faye Dunaway juntos, que por su no muy pulida trama. Pierce Brosnan, que no por nada es también el productor (¿pensaban que la peli lo lucía a él por casualidad...?) quería a John McTiernan en la dirección, él dijo no, luego dijo bueno ya, y cuando vio lo que se traían entre las manos, dijo: "¡Por Dios, es que ustedes no aprenden! ¿Acaso no se dan cuenta de que la original era un latazo? ¡Si la hacen igual, esto se va a pique! Déjenme mostrarles como se hace!". Uno de esos ejecutivos que están ahí por ser el hijo de Alguien, le dijo entonces a McTiernan: "¡Señor McTiernan, no me gusta el tonito en que me está hablando, usted va a resp...!", a lo que McTiernan respondió con tono solemne: "I'm Predator!!! I'm Die Hard!!! I'm Red October!!! And I can tell you, ugly crying kid, I WILL BE THOMAS CROWN!!!", después de lo cual miró a Pierce Brosnan y dijo respetuosamente "bueno, bueno, es metafórico, ambos sabemos que tú lo vas a interpretar, Piercito"... Bien, en realidad no sucedió así (salvo porque McTiernan iba, después no iba y al final fue, eso sí, pero el resto es ficción), pero tanto más hubiera sido así, porque el caso es que McTiernan dijo "esto no funciona, esto tampoco, esto menos... cambiémoslo así, así y asá". Y facturó una peli que no fue un éxito de masas, lo que se dice un éxito de masas, pero si gastó 48 millones y recuperó 71 millones de los verdes sólo en los cines de Estados Unidos, por no hablar de las ganancias planetarias y los derechos sobre el DVD... Y que dio pie para hablar durante años de un eventual "El caso Thomas Crown 2". Quién sabe.

¿POR QUÉ VERLA?

-- Las comparaciones son inevitables, así es que digámoslo desde ya y ahorremos el suspenso. Generalmente, cuando se busca hacer remakes, se hacen sobre esas pelis que han adquirido cierto estatus de culto o clásicos, y eso porque algo de bueno tenían, razón por la que el remake, si es hecho a la rápida y sin inspiración, suele ser mucho más deslavado que el producto original. Sin embargo, en este caso la tenían fácil superando al Thomas Crown original (ya dijimos que el fuerte de "El caso Thomas Crown" de 1968 era la química de los personajes, no la trama), y aprovecharon bien la oportunidad. John McTiernan, hombre que nos ha entregado clásicos del cine popcornero como "Depredador", "Duro de matar", "La caza del Octubre Rojo", "El último héroe en acción" (peli seriamente subestimada) o "Trece guerreros", aquí se aplicó diligentemente a la tarea y consigue que la peli no decaiga en ningún minuto. Y eso, mezclando dos ingredientes que son como agua y aceite para cualquier peli: el suspenso policial (que exige mantenerte tenso en el asiento) y la historia romántica (que exige todo lo contrario, que te relajes y te pongas currucucú mi palomita en tu asiento). Las mejoras vienen dadas fundamentalmente por el lado de la trama policial, que en el original hacía agua por todas partes. Ahora sí que la investigadora de seguros luce como una detective, y no como una flamboyante cuasi parapsicóloga adivinando las cosas por puro "instinto femenino", sea lo que sea eso. También el policía es un hombre digno y esforzado, y no el aburrido y opaco chupatintas de la original. También la idea de robar un Museo da mucho más juego, y viene de McTiernan (en el original, el atraco era contra un banco y era por dinero, no por un cuadro). En general, fue el enfoque McTiernan lo que convirtió a esta peli de un fiasco seguro, en una real pieza de suspenso (que no de acción, si es que esto no es "Depredador" tampoco).

-- Los personajes en general están bien ajustados a sus cometidos. La idea de meter escenas de conversación entre Thomas Crown y su psiquiatra (interpretada por Faye Dunaway, en el infaltable cameo/homenaje a la peli original) es buena y le da nuevos perfiles, y el rol calza muy bien con el sentido flemático del humor de Pierce Brosnan. Rene Russo resultó también una gran opción para la detective de seguros (y pensar que en esos días era la chica adorno de "Freejack", "Arma mortal 3", "En la línea de fuego"... y siguió siéndolo después, qué caray, no es justa la vida...). Denis Leary le confiere una enorme dignidad al policía que es tercero en el triángulo, un personaje que en principio es terrible (no se anota goles ni con la investigación, ni con la detective tampoco), y con eso incrementa la tensión dramática, porque hasta dan ganas de que le toque en algún minuto. Y mencionemos para la trivia que en el rol de Anna "actúan" dos: Esther Cañadas, y su grotescamente hinchado par de labios. Bueno, por algo ni Esther Cañadas ni sus grotescamente hinchados labios tuvieron carrera actoral posterior.

IDEAL PARA: Ver una peli de suspenso con empaque, y una peli romántica con un romance que, bien, no será GWTW, pero no lo hace mal tampoco.

ENLACES.

-- (Ir a la página) Entrada en IMDb.
-- (Ir a la página) Artículo de la Wikipedia en inglés.
-- (Ir a la página) Artículo de la Wikipedia en español.
-- (Ir a la página) Comentario en La Butaca.net.
-- (Ir a la página) Comentario en El Ejercicio De La Inteligencia.
-- (Ir a la página) Comparación entre la original y el remake en Charlas Embotelladas.

VIDEOS.

-- Trailer de la peli [en inglés, sin subtítulos].



-- Pierce Brosnan y Rene Russo bailando de lo lindo [en inglés, sin subtítulos].

jueves, 14 de agosto de 2008

"El caso Thomas Crown" (1968).


-- "The Thomas Crown Affair". Estados Unidos. Año 1968.
-- Dirección: Norman Jewison.
-- Actuación: Steve McQueen, Faye Dunaway, Paul Burke, Jack Weston, Biff McGuire, Addison Powell, Astrid Heeren, Gordon Pinsent, Yaphet Kotto, Sidney Armus, Richard Bull, Peg Shirley, Patrick Horgan, Carol Corbett, Tom Rosqui.
-- Guión: Alan Trustman.
-- Banda Sonora: Michel Legrand.

-- "El caso Thomas Crown en IMDb.
-- "El caso Thomas Crown" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

¡¡¡LUZ A LA CARA!!! Muy bien, chico listo, el trabajo es el siguiente. Un día te contactaré, y tendrás que manejar. Hay una suma X de dinero en juego. Sin preguntas. Lo tomas o lo dejas. El pobre mequetrefe opta por tomar el trabajo, sin saber quién demonios es su empleador. Al tiempo después, el trabajo se va a ejecutar. Un grupo de donnadies, incluyendo a nuestro sujeto, se reúnen. El golpe implica atracar a un banco. El asunto sale a pedir de boca: se llevan una buena cantidad de numerario de baja denominación, no rastreable, etcétera. ¿Quién es la mente criminal que ha organizado todo de manera tan notable? Su nombre es Thomas Crown, y ahora va rumbo a Suiza a depositar el dinero que "se ha encontrao en la calle". El asunto no le hace gracia a la policía, ni menos a la compañía de seguros. De manera que llaman a una investigadora para que se haga cargo del asunto. La investigadora es una sujeto egocéntrica nada más cargante, que parece chica YouTube por lo autorreferente (sólo que en versión campy '60s en vez de darkEMO). Nada más de entrada, descarta todas las vías de investigación (¡ya lo había hecho la poli, genio!), y descubre que quien se ajusta al perfil es el tal Thomas Crown. Así es que empieza a seguirlo. A investigarlo. A acecharlo. A seducirlo. A abrirle las piernas. A [CENSURADO PARA MENORES DE 18 AÑOS. PARA MAYORES DETALLES, CONSULTE SU LEGISLACIÓN LOCAL]. ¿Quién ganará esta partida de ajedrez, el ladrón pasao de listo, o la chica buena para encamarse con los sospechosos...?

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

¡Ah, qué época aquélla, los '60s...! El mundo florecía, los estudiantes derribaban Gobiernos, y algunos de ellos, sorpréndanse... ¡Leían! Bueno, leían literatura marxista, que es más o menos equivalente a los empollones que 40 años después se leen manuales de rol. Y el cine, consecuentemente, había tenido que renovarse. ¡Nunca más esa maldita musiquita de violines para los romances! ¡Nunca más esas frasecitas imbéciles derrapadas por damas vaporosas hasta la cretinez! Como herencia de los rockanroleros '50s, se impuso la estética campy que en esa época era nada más guay, después pasó a ser hortera de mal gusto, y hoy en día es icónica de aquellos años (¡cómo se forraron "Austin Powers: Agente internacional del misterio" y secuelas explotándola!), y por eso se le perdona lo de hortera de mal gusto. "El caso Thomas Crown" (la primera, la que aquí nos ocupa) se inserta dentro de esa lógica. Probablemente es una de las primeras pelis comerciales en que la trama lisa y llanamente no importa. Entendámonos: antes existían pelis con tramas anémicas también, como en toda época y lugar, pero había al menos un intento por contar una buena historia. Pero las nuevas tendencias comunicacionales, el síndrome Marshall McLuhan ("el medio es el mensaje", etcétera) ya alborea aquí. Desde "El caso Thomas Crown" y otras onderas en adelante (podríamos mencionar en cierto modo "Golpe a la italiana" por ejemplo), empezamos a adivinar el camino que desemboca en los grandes mastodontes de Michael Bay, en donde la historia sigue importando nada, en beneficio de lo chulo que se vean las imágenes en pantalla. Así es como nos va.

¿POR QUÉ VERLA?

-- La apuesta era alta y el riesgo enorme. Quizás los productores estaban conscientes de que no estaban contando realmente nada, y la peli misma es simplemente una escena detrás de otra, casi sin hilación lógica posible (el curso de la investigación policial es de incuria, si a ratos pareciera que la investigadora hubiera aprendido a sacar conclusiones forenses en la Academia Parapsicológica Irina Spalko). La única baza a jugar era tener a una buena pareja de protas que consiguieran la química... ¿Y qué creen? Al final Sean Connery... Sí, dije Sean Connery y no Steve McQueen, no se impacientes ni me interrumpan, déjenme terminar. Al final Sean Connery, primera opción para el proyecto, decidió no involucrarse (después se arrepentiría, aunque por otra parte se desquitó mirando las curvas de Catherine Zeta-Jones en "La emboscada"), y Steve McQueen llegó casi de rebote, lo hizo para quedarse... Y más ondero no podía haber quedado. A su lado, la por ese entonces al tope de la bandera Faye Dunaway es un bombón de lo mejor (venía desencadenada desde el protagónico de "Bonnie y Clyde", y cuesta creer que después tuviera horas tan bajas como el haber interpretado a la patética villana de "Supergirl"...). Si hay una razón poderosa para ver esta peli, es justamente la química que estos dos desarrollan en la pantalla, y que resulta sencillamente arrolladora. Tanto, que podemos olvidarnos incluso de la historia (créanme, pueden hacerse un favor con eso).

-- El apartado técnico está de lo más bien. El buen Norman Jewison dirige con cierto pulso narrativo, todo el que puede habida cuenta de que el guión parece escrito después de arrojar al aire distintas tarjetas con las secuencias y puestas en la historia en el orden de caída al suelo. Están las famosas divisiones de pantalla, en las que vemos varias escenas al mismo tiempo en varios recuadros distintos (la idea le seguirá pareciendo buena a los productores de "24", que se la robaron impunemente). La banda sonora también acompaña de manera magistral, y es cortesía de un tal Michel Legrand, de carrera tan prolífica como downtone, a pesar de haberse apuntado más de algún tanto en medio de tanta promiscuidad compositiva (algunos años antes había hecho sus pinos en la emblemática "Los paraguas de Cherburgo", y en general estuvo bien activo en el cine francés de aquellos años).

IDEAL PARA: Ver una peli sesentera muy ondera.

OTRAS PÁGINAS SOBRE "EL CASO THOMAS CROWN":

-- (Ir a la página). Reseña en Aloha Criticón.

VIDEOS.

-- Trailer de la peli [en inglés, sin subtítulos].

-- Secuencia de créditos con la canción "The Windmills Of Your Mind" [en inglés, sin subtítulos]. -- Thomas Crown (Steve McQueen), celebrando como niñito su triunfo inicial [en inglés, sin necesidad de subtítulos]. -- Primera aparición, en clave ultraondera, de Faye Dunaway en la peli [en inglés, también sin necesidad de subtítulos]. -- La secuencia de la seducción con una... ¡partida de ajedrez...! [en inglés, sin subtítulos].

domingo, 10 de agosto de 2008

"Expedientes secretos X: Quiero creer" (2008).


-- "The X Files: I Want to Believe". Estados Unidos. Año 2008.
-- Dirección: Chris Carter.
-- Actuación: David Duchovny, Gillian Anderson, Amanda Peet, Billy Connolly, Xzibit, Mitch Pileggi, Callum Keith Rennie, Adam Godley, Alex Diakun, Nicki Aycox, Fagin Woodcock, Marco Niccoli, Carrie Ruscheinsky, Spencer Maybee, Veronika Hadrava.
-- Guión: Chris Carter y Frank Spotnitz, basados en la serie de televisión "Los expedientes secretos X" original de Chris Carter.
-- Banda Sonora: Mark Snow.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Una agente del FBI desaparece misteriosamente. Otra agente del FBI distinta, educada en la Academia de Parapsicología Irina Spalko, recurre a la poco ortodoxa ayuda de un antiguo sacerdote católico, que entre gritos de "¡¡¡LA VEO, LA VEO, LA VEO!!!", etcétera, llega hasta un miembro mutilado, que no es de la agente del FBI. Y como ya no se puede estirar más el lazo del vidente psíquico metido a detective, no les queda más remedio que recurrir al viejo Spooky Mulder, por vía de Dana Scully. Ambos están fuera de las pistas, retirados, medio reclusos por aquí y por allá (ella en un hospital católico, y es que ahora sí puede trabajar para la Santa Madre Iglesia después de que la Curia Vaticana ha declarado que el Catolicismo es compatible con la creencia en extraterrestres... y Mulder, bueno... por ahí anda Mulder). El problema es que nada más meter sus narices en el asunto, Mulder y Scully descubren que el sacerdote de la visión beatífica ha sido enjuiciado por afilarse a 37 acólitos. Ups. Bueno, Mulder y Scully vuelven a lo de siempre: "Mulder, el tipo es un psicópata buscando su redención personal", "Scully, hay algo allá afuera, yo sé que lo hay, y le creo a ese tipo porque piensa en las maravillas de los lamas tibetanos y el Monstruo de Loch Ness", "¡Mulder, por favor, eso viola todas las leyes físicas conocidas, y además, míralo, el tipo tiene cara de recluso psiquiátrico!", etcétera. 15 años y todavía dándose vueltas en lo mismo (y eso que se revolcaron años atrás, en la serie, en la cama, y tuvieron a un bebé de paso). En fin, resulta que ambos se embarcan en la búsqueda, uno con fe y la otra con reluctancia, y empiezan a salir cosas. Siguen apareciendo miembros por aquí y por allá, y mientras Mulder insiste en creerle a pesar de que es, parece y huele a charlatán, Scully decide abocarse a un caso de enfermedad terminal de un pobre niñito rico en sabiduría y dones interiores, qué cargantes son esos niños por Dios, a pesar de que sus superiores sacerdotes del hospital católico dicen que no, que es una crueldad, que mejor dejárselo a que se muera en el cariñoso seno de la voluntad de Dios y todas esas cosas. Y como Dios escribe recto sobre renglones torcidos, toda esta maraña de personajes irá progresivamente descubriendo una macabra trama en que... Bueno, ya saben que odio tener que espoilerear el final, así es que vean la peli (o no, no sé cómo anda el animus soportandi)...

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Por allá en los lejanos 1993, en que las bandas de garage vendían más que Madonna, en que la música de verdá circulaba mediante casetes pirateados, y en que los grungies caminaban sobre la Tierra, una nueva serie de televisión llegó para romperla. "Expedientes secretos X" comparte con su contemporánea "Baywatch" el haber sido casi cancelada en su primera temporada por bajos ratings y por milagro se mantuvo en la parrilla una segunda temporada, para remontar y convertirse en el fenómeno mediático que cubrió casi todos los '90s (er, er... no creo que a los fanáticos les haga gracia ver a Fox Mulder tan coleguete con Mitch Buchannon, pero así es como es, ¿no?). La serie ascendió y ascendió hasta que, aprovechando el éxito televisivo, decidieron dar el paso rápido a la pantalla grande antes de que el horno se enfriara (algo similar a "Pokemon: La película"), y así es como llegó "Expedientes secretos X: Combate al futuro". La operación resultó regular, y marcó el clímax para una serie de televisión que después se dedicó básicamente a languidecer por cuatro años más, básicamente porque en la peli lo habían encajado todo, y ya sólo faltaba el grande finale para hacer reposar la serie (grande finale que, pues bien, terminó la serie y no llegó, ahora tenemos peli nueva y tampoco... y a ver si sacan la famosa secuela para el 2012...). Pasaron los años, llegaron los 2000, el asunto de la conspiranoia antigubernamental ya no se volvió broma después del 9-11 y el mundo debió soportar a una banda de gángsters neocon que dejaban al Sindicato como un grupo de fumadores sociales, y la franquicia de la X fue arrojada al congelador por un tiempo (pero para que la buena y vieja X no desapareciera, ahí se forraron con "X-Men" y secuelas al lado, después sacaron "Mutant X"...). Pero Chris Carter resultó mono porfiado. Tenía que serlo. Después de todo, con "Expedientes secretos X" le había dado el palo al águila, que después medio se le escurrió con feroces forcejeos de por medio con la incomprendida "Millennium", y se le terminó de aguar con la fracasada "Harsh Realm", por no hablar del anémico spin-off de los Pistoleros Solitarios. Y por qué no darle el palo de nuevo... Así como Gillian Anderson, cuya carrera cinematográfica después se hundió como plomo porque básicamente nunca pudo sacarse a Scully de encima, y a David Duchovny que por más "Kalifornia" y "Californication" que le pusiera, siempre seguirá siendo Fox Mulder... (bueno, salvo para los que lo recordamos por primera vez por haber interpretado a un detective travesti en "Twin Peaks", pero eso es aparte, hehehé). Así es que aquí los tenemos cabalgando de nuevo. Listos para la acción. Para la segunda ronda. Para ver si esta vez pueden regresar al asalto del Cielo. Darle el palo al alien. Hacernos creer otra vez como en el comienzoso comienzo.

¿POR QUÉ VERLA?

-- Hablemos con franqueza desde el principio. Esta peli es irregular. Tiene fortalezas y flaquezas. Pero a diferencia de "Expedientes secretos X: Combate al futuro", que fue hecha con enormes pretensiones de big show y que por eso fue todo lo criticada que fue (salvo por el hard fandom de X-Files, pero es que bueno, si hay fanáticos duros por Traci Lords... no, mal ejemplo, voy de nuevo, si hay fanáticos duros por Mecano o por el cine de horror postapocalíptico italiano, entonces bueno...)... ¿en qué estaba? Ah, sí. "Expedientes secretos X: Combate al futuro" fue hecha con enormes pretensiones bigger than life, y por eso cuando se estrenó en cines y el grueso de la audiencia salió visiblemente decepcionada ("como un capítulo larga duración de la serie", fue lo más suave que escuché), la peli se hundió como plomada. Acá fueron más inteligentes, decidieron que seis años no pasan en vano, se dieron cuenta de que la serie había perdido fuelle en sus últimos años y no justificaba un gran regreso (a diferencia de "Viaje a las estrellas", por ejemplo, en que a pesar de haber pasado como diez años desde la cancelación de la serie original, ésta se había ido en gloria y majestad), y optaron por el bajo perfil. La peli huele, y de hecho es, una serie B cualquiera, o quizás como una serie B con un presupuesto algo más holgado. Nada de desplantes con la chequera ni efectismos para la platea. ¿La peli es poco más que aceptable? Sí, lo es. Pero tampoco pretende ser más. La empiezas a ver, y difícilmente podrías sentirte estafado (salvo que te hayas hecho una tonelada de expectativas antes, claro está). En este sentido se parece un poco al episodio piloto de la serie (que por cierto la FOX programa de tarde en tarde para rellenar oportunistamente el espacio CineFOX como si de una peli por todo lo alto se tratara), y de hecho funciona perfectamente como un piloto para una eventual "X-Files II: The Next Generation" (Nein, mein Gott, nein...!!! Ich bitten dich!!!). En ese sentido, las críticas desdeñosas y despectivas que le hacen a la peli ("más de lo mismo", "no calienta ni enfría", "ya están viejos y cansados", "Chris Carter se las tira") suenan a puro pedanterío cultureta. Por sintetizarlo en términos de la temporada cinematográfica 2008: esta peli nunca va a competir contra "Batman: El caballero de la noche" o "WALL-E", pero tampoco pretende hacer eso ni mucho menos. WYSIWYG. Así de simple.

-- Hay algo en esta peli, que la hace simpática como la serie B de toda la vida. Para darle chimuchina al asunto podríamos llamarla Lebengeist o algo así. Es la voluntad de manufacturar un producto digno con lo que se tiene. Conscientes de sus limitaciones, Chris Carter y compañía optan por el minimalismo y cuentan una historia con escaso eco paranormal, pero dándole a lo que verdaderamente pueden: una buena cinematografía, una buena banda sonora (cortesía del incombustible Mark Snow, una vez más cerca de las perillas del estudio de grabación), y protas carismáticos (bueno, lo de protas carismáticos se queda en Mulder y Scully, en realidad, porque hay que ver lo forzado de la aparición del siempre bienvenido Skinner, y la agente del FBI interpretada por Amanda Peet pasa por el metraje sin pena ni gloria, justificando sobradamente la desastrosa carrera actoral de la chica de los lindos ojos azules que se hiciera famosa por desnudarse en "Mi vecino el asesino"). En cuanto a la historia, está solucionada con trampa, con más de algún solapado deus ex machina por aquí y por allá. Pero a pesar de todo esto, pues bien, cómo decirlo... Se esfuerzan. La sudan. Para bien o para mal. Pero la sudan.
Y la peli está rodada en la nieve de Vancouver, hay que acalorarse para sudar ahí. Se ve que hay cariño, que no es sólo una fría operación de mercadotecnia. No se puede decir que tomen excesivos riesgos, pero tampoco están en piloto automático. Ayuda mucho a crear atmósfera, el estupendo uso de la fotografía, y así como "Expedientes secretos X: Combate al futuro" jugaba con la estética del cáncer negro, aquí se juega con la estética del hielo. Y funciona bien.

-- Para los fanáticos de toda la vida, la peli tiene por supuesto el gran regreso de Mulder y Scully, incluyendo un descarado reset button que permite liquidar la situación de perseguido outsider en que Mulder había quedado al final de la serie original. Aparece Skinner, aunque metido con calzador. La primera escena de Scully con Mulder tiene alguna reminiscencia a la mítica escena en que Scully y Mulder se encuentran por primera vez en la oficina del segundo. No mucho más. Pero suficiente. Es obvio que quince años han pasado, que Gillian Anderson ya no anda en los midtwenties sino en los 40 y que Duchovny es aún mayor, y ese cansancio como que se transmite a los personajes, y dentro del contexto funciona bien. Tampoco abusan de las referencias a la serie, y con eso la peli no se hace embrollada respecto del público en general. Incluso si no hubieran más pelis ni series (difícil, en tanto hayan fanáticos), este canto de cisne de los X-Files sería un digno y tranquilo final.

-- Quizás el tópico más interesante de la peli, que Chris Carter tiene el intelecto de introducir y la prudencia de no explotar, es la religión. El personaje del sacerdote pedófilo que recibe visiones divinas (¿divinas?), servido como se puede (a ratos bien, a ratos más o menos, pero en ningún minuto mal) por el actor Billy Connolly, plantea algunas cuestiones bastante crudas, a veces de viva voz y a veces con su sola presencia. ¿Dónde está el Bien, dónde está el Mal? ¿Puede alguien caído de la gracia volver a alcanzar la redención, o está perdido para siempre en las garras del Mal? ¿Hay un Dios allá arriba moviendo las piezas o no? ¿Elegiría ese Dios supremamente bondadoso, a un hombre tan horriblemente criminal como un pedófilo, como elemento de Su Justicia? ¿Hasta qué punto las cosas que pasan son casuales, y hasta qué punto son parte de un Plan Divino? ¿Quiere Dios que nos quedemos quietos y no hagamos nada para entregarnos a Su Voluntad, o bien cumplimos Su Voluntad participando activamente en el mundo e incluso corriendo riesgos profesionales, personales y vitales? ¿Qué grado de evidencia necesitamos para dar nuestra confianza a una hipótesis y empezar a creer en ella? Todas son preguntas de difícil respuesta, que en algún momento u otro de la peli surgen por aquí y por allá (más que en la serie original, en donde debían pasar a tapacaballo para darle espacio a la acción semanal), y que si bien la peli no contesta, bueno, tampoco podemos pedirle que lo haga, si es que ni Santo Tomás de Aquino ni Inmanuel Kant con toda su inteligencia se la pudieron... Pero es bueno que salgan a flote, aunque sea en una peli de serie B como ésta, en la que por cierto, su subtítulo de "Quiero creer" es más que un guiño gracioso al famoso afiche ése con el OVNI parloteando "I WANT TO BELIEVE". Puede verse esta peli, y después tener una tranquila y calmada discusión filosófica sobre el particular. A nadie le hará daño. Y, más allá de logros o defectos de la peli, con eso probablemente la plata de la entrada esté ganada.

IDEAL PARA: Seguidores de la serie original, y público casual buscando una peli que tenga asegurado un estándar mínimo de calidad a lo menos.

ENLACES.

-- (Ir a la página) Entrada de esta peli en IMDb.
-- (Ir a la página) Artículo de la Wikipedia en inglés.
-- (Ir a la página) Comentario de Fausto Ponce en El Economista.
-- (Ir a la página) Comentario en Sobras.com.
-- (Ir a la página) Comentario en Cinet 2008.
-- (Ir a la página) Comentario en La Voz de Cristián.

(NOTA: Encontré algunos otros enlaces de interés, pero no los posteé aquí porque espoilerean el final, algo que va contra la política habitual de Cine 9009).

VIDEOS.

-- Trailer de la peli [en inglés, con subtítulos en español].



jueves, 7 de agosto de 2008

"Alianza siniestra" (2005).


-- "Silence Becomes You". Estados Unidos. Año 2005.
-- Dirección. Stephanie Sinclaire.
-- Actuación. Alicia Silverstone, Sienna Guillory, Joe Anderson, Leigh Lawson, Vaida Buyte, Jessica Suffield, Elizabeth Pliuchkina, Melanie Giliati, Dan Crawford.
-- Guión. Stephanie Sinclaire.
-- Banda Sonora. David Schweitzer.

¿DE QUÉ SE TRATA?

En algún lugar de este mundo, una chica está de ligue. Calentorra. Impregnable. En realidad son dos hermanas, que tienen un siniestro plan (bueno, se llama "Alianza siniestra", ¿no?). Van a reclutar a un pobre semental, para que haga una donación de semen, y quedar embarazadas. Eso, porque cuando eran chiquiturrinas como Chapulín con chiquitolina, ambas fueron criadas aisladas del mundo, y así han seguido, en su gran mansión decorada con muñecas y artefactos art-degóth (ya, OK, pero, ¿dónde demonios hacen las compras de provisiones para el mes?). El asunto es que no se iban a enamorar del tipo. Pero el tipo... "it's cute!", se dicen. El tipejo, muy chulo él, podía ir a por las dos, pero no, resulta que se enamora de una (¿comoooooorrrlll...?), y la otra se queda mirando como perro a la carnicería. Poco a poco, los demonios internos de ambas se van desatando, resulta que las chicas oyen voces en la cabeza (ellas mismas recitando poemas pseudoesotéricos, acordándose de papi castrador, lo de siempre, vaya), y pronto la situación se les escapará de las manos. ¿Qué pasará con estas chicas? ¿Conseguirán preñarse del tipejo malo-pero-con-buen-corazón? ¿Habrá pelea de gatas con delicados corset neogoth? ¿Venceremos la tentación de apretar el control remoto para ver qué están dando en el canal de al lado? ¿Sobreviviremos despiertos hasta el final de la peli (hora y media después?).

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

La estética gothindustrial será de lo más recordado en los primeros del 2000, una vez que pase la década. Así como en los '90s todos querían ser grungies, en los 2000 todos querían ser fetishmatrix. Empezaron a surgir entonces pelis buscando a ese público en particular ("Inframundo", la primera que se me ocurre). Una tal Stephanie Sinclaire pensó que la hacía buena, si es que construía una historia apelando a la fantasía gótica del triángulo amoroso en una casona antigua con toques fetish, y en verdad la hubiera hecho buena, si esta criatura hubiera tenido a lo menos una pizca de talento.

¿POR QUÉ VERLA?

-- La estética. Está cuidada, sumamente cuidada. Es en realidad la única razón por la que valdría la pena el visionado de esto. Porque, ¿cómo demonios se pueden farrear algo como esto? Tenemos una historia que bien podría ser un cuento de hadas perverso (chico secuestrado por dos chicas que viven aisladas, y que han sido criadas de una manera gótica por un tenebroso progenitor). Pero no lo es. Y no lo es porque la directora, fiel a su condición femenina (no digo "de mujer" porque no quiero comprender a todas las mujeres, sólo a esas directoras que van por la vida tratando de mostrar el lado femenino supuestamente mejor de las cosas como rebelión contra el falocentrismo occidental, y para eso no recurren a nada mejor que la desarticulación del discurso racional que es parte de la cárcel que los hombres han construido contra las mujeres blah-blah-blah), difumina todo rastro posible de historia racional, y en vez de ello se centra en las emociones y sensaciones. Y, pues bien, sí logra emocionarnos. Y mucho. Esa emoción en particular tiene un nombre desagradable, y se llama indistintamente "aburrimiento", "tedio", "hastío"... Que se te haga larga e interminable una peli que dura apenas 88 minutos (dos menos antes de la hora y media), es bastante. La peli es lenta, y lo que es peor, reiterativa, porque insiste una y otra vez, con imágenes videocliperas, en ese padre de cuento de hadas malvado que pervierte a sus dos hijas, pero nunca termina de hilar bien ese aspecto de la trama. Además, si le quitamos todo el andamiaje gótico, nos queda un culebrón venezolano de toda la vida (ya saben: chico conoce a dos hermanas, se enamora de una, la otra se mosquea, incita al chico para que se acueste con ella, la otra hermana lo descubre, se pelean...). Las horrorosas actuaciones del trío protagónico (la Silverstone, la Guillory, el Anderson...) tampoco es que ayuden demasiado, en particular si se considera que ocho novenos de la peli aparecen ellos en pantalla y nadie más. En lo personal, pienso que esta chica quiso hacer la peli darkgoth del 2000, un poco lo que fue "El ansia" para los tempranos '80s, y en verdad había madera suficiente para una hoguera como ésa... si la directora hubiera sabido cómo encender el pedernal... Cierto es que el título original en inglés no tiene mucho sentido (algo así como "El silencio se vuelve tú"), pero más que llamarla "Alianza siniestra", esta peli te ofrece una alianza aburrida... siniestramente aburrida, quizás por ese lado vaya.

IDEAL PARA: Estudiosos del cine que quieran descubrir cómo se puede malograr una gran idea.

ENLACES.

-- (Ir a la página) Entrada en IMDb.
-- (Ir a la página) Artículo en la Wikipedia en inglés.

VIDEOS.

-- Trailer de la peli [en inglés, sin subtítulos].



-- Escena dizque-romántica de la peli [en inglés, sin subtítulos].



domingo, 3 de agosto de 2008

ENCUESTA CINE 9009: MEJOR REGRESO OCHENTERO.

La pregunta a nuestros lectores durante Julio fue: "¿Qué héroe de la escuadra ochentera tuvo el mejor regreso?". Nuevamente el cuestionario fue de opción única, y se inscribieron 22 lectores a dar respuesta. Así es como estuvo el conjunto:

-- John McClane ("Duro de matar 4.0"): 4 votos (18%).

-- Rocky Balboa ("Rocky Balboa"): 4 votos (18%).

-- John Rambo ("Rambo: Regreso al infierno"): 4 votos (18%).

-- Indiana Jones ("Indiana Jones y el Reino de la Calavera de Cristal"): 6 votos (27%).

-- Y dale... ¡Como si no hubiera más cine que ése!: 4 votos (18%).

Así es que, en reñida votación, y con un cuarto de las preferencias, Indiana Jones se corona como el Rey de los Regresos Ochenteros (aunque una quinta parte de nuestros votantes dijo "¡¡¡BASTA YA...!!!", pero si realmente fuera NO MORE, entonces nos habrían abrumado con sus votos. En fin).

Y para Agosto, además de la respectiva encuesta cinéfila de rigor, también montaremos encuestas sobre cómo marcha el nuevo Cine 9009 (¿mejor? ¿peor? ¿Hizo el "jump the shark"...?). Recuerden que sus votos son importantes, porque de otra manera, ¿cómo podría yo saber si los cambios en Cine 9009 son para bien o no?

Manténganse en sintonía, y nos vemos en las salas de Cine 9009.

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