11 años de Cine 9009 en línea.

El próximo 19 de febrero de 2017, Cine 9009 cumplirá once años en línea. Sí, jodíos, cuéntenlos, once en total desde su inauguración en el ya lejano 2006. Y para celebrar, estamos embarcados en una minimaratón de posteos. De manera que entre el domingo 12 y el domingo 19 del febrero que ya mencionamos, habrá un posteo nuevo con una peli nueva cada día, en donde aprovecharemos de repasar algunas que vimos en el cine, y que por un motivo u otro no acabaron publicadas en su día. Y a no quejarse de que llegó demasiado tarde, que ya no las podemos ver en el cine y otras cosas. También está el cable, el streaming, los DVDs para los cuatro gatos que todavía los compran, y... er... well... medios menos legales para conseguírselas. Además, si fuera por eso, no habría posteado pelis de cine mudo que se estrenaron hace sus buenos 90 o 100 años atrás. De manera que... disfruten, y saludos para todo el mundo (eeeeeexcepto para ese perejil de allá... sí, tú, a tí te hablo... el de la IP chistosa... te reconozco, eres el imbécil que no apagó el smartphone el otro día en el cine. Cretino. Pero para el resto, saludos).

jueves, 2 de diciembre de 2010

"El zorro y el sabueso" (1981).


-- "The Fox and the Hound" (título original en inglés), "Tod y Toby" (título en España). Estados Unidos. Año 1981.
-- Dirección: Ted Berman, Richard Rich y Art Stevens.
-- Actuación: Voces de (en el original inglés) Mickey Rooney, Kurt Russell, Pearl Bailey, Jack Albertson, Sandy Duncan, Jeanette Nolan, Pat Buttram, John Fiedler, John McIntire, Richard Bakalyan, Paul Winchell, Keith Coogan, Corey Feldman.
-- Guión: Larry Clemmons, Ted Berman, David Michener, Peter Young, Burny Mattinson, Steve Hulett, Earl Kress y Vance Gerry, basados en el libro de Daniel P. Mannix.
-- Banda Sonora: Buddy Baker.

-- "El zorro y el sabueso" en IMDb.
-- "El zorro y el sabueso" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

La fina silueta de una zorra (literalmente una zorra, no se piense) va corriendo por el bosque. Suenan tiros de cazadores. La zorra corre y corre y corre. Pero los disparos suenan cada vez más cerca. Ella lleva un paquete consigo, quizás un latrocinio o algo. Lo abandona para seguir corriendo. Un último tiro y se acabó. Una mamá búho desciende entonces a ver qué demonios era el paquete. Y se encuentra con un flamante y lindo orejoncito, ahora huérfano estrenado, que la mira y se asusta. Como buen personaje Disney, la mamá búho decide entonces recurrir a la ayuda de los infalibles amiguetes de toda la vida del prota (una institución Disney, vamos), y consiguen que una vieja viuda se quede con la criatura y la llama Tod. En paralelo, el viejo cazador Amos se enlista un nuevo recluta: al viejo sabueso Jefe le cae otro nuevito, llamado Copper. A Jefe, maldita la gracia que le hace, en particular porque Copper, a despecho de todas esas teorías psicológicas sobre que deja libre a un niño y se disciplinará solo, hace lo que todo niño gusta de hacer: indisciplinarse. A tanto llega su insubordinación, que en una de sus escapadas, ¡oh, Dios, cats and dogs living together!, acaba por conocerse con el jovencito Tod. Y se hacen amigos. Bien amigos. Al principio mamá búho los alienta porque es bueno que el huerfanito Tod tenga amigos, pero después, miren que es atravesada la señora, le dice que mejor no, que él es un zorro y su amigo es un sabueso, y zorros y sabuesos no se llevan, que son de razas distintas y la xenofobia es bicho grande que pisa fuerte. Como nazis y judíos, como sionistas y palestinos, como WASPs y afroamericanos, como los tontos y yo. En fin, Tod, que para algo es joven el majo, cree que se las sabe todas y que Copper seguirá siendo su amigo forever and ever amén (es que está chico y no ha tenido su ya-saben-qué todavía, que ahí el asunto cambia). Pero llega el invierno, y Copper es sacado junto con Jefe por el cazador, que se lo lleva hasta las montañas. En donde regresa más maduro. Convertido ahora en un cazador. Con responsabilidades. Con sentido de clan. Mientras que el bueno de Tod, sigue siendo un cachorrillo que cree en Papá Noel. La contienda entre los dos antiguos enemigos, ahora piezas en campos opuestos del gran juego del cazador y la presa, se ha abierto.

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

Los Estudios Disney son indudablemente parte del mapa fílmico del siglo XX, pero hubo una época en la cual uno podía legítimamente dudar si el asunto iba a sobrevivir a papi Disney. Más allá de si tío Walt era un buen artista o no (los Simpsons se cachondeaban de él varias veces, y no por nada), lo cierto es que su fino instinto comercial le garantizó numerosos éxitos. Pero en la década de 1960 parecía haber perdido el toque, y luego se murició. El cuasiheredero natural fue Wolfgang Reitherman, un tipo que había partido en los estudios en fecha tan temprana como 1940, y que se transformó en el director fetiche de esa etapa, sacando avanti casi todos los títulos Disney entre 1961 y 1977 ("La noche de las narices frías", "La espada en la piedra", "El libro de la selva", "Los aristogatos", "Robin Hood" y "Bernardo y Bianca"). Quizás hubiera dirigido también "El zorro y el sabueso", pero no lo hizo por razones que se me escapan. En cierto sentido, "El zorro y el sabueso" es la culminación de toda una etapa de pelis Disney, es casi testamentaria de lo que podríamos llamar "la era Reitherman" (cuyos inicios coincidieron con los últimos años del viejo Walt Disney, pero vamos, nadie diría que el vejete estaba muy en sus cabales echando su ojo supervisor sobre Reitherman cuando rodaron "La espada en la piedra" o "El libro de la selva", ¿no?). Y con un destello de lucidez, eligió un tema por ese entonces álgido en la palestra: el odio entre hermanos y los condicionamientos sociales para el odio. Recordemos que en el 1981 en que se estrenó esta peli, el amable y bienintencionado Jimmy Carter fue reemplazado por el cowboy Ronald Reagan como Presidente de Estados Unidos, y el odio racial y religioso crecía en todas partes del mundo: el Ayatola Jomeini en Irán, Saddam Hussein en Irak, Juan Pablo II y su siniestro henchman Joseph Ratzinger en el Vaticano, Latinoamérica azotada por dictaduras militares... "El zorro y el sabueso" en ese sentido era la peli idónea tanto para despedir una época en lo de Disney, como para inagurar los nuevos tiempos, la terrorífica década de 1980 que asomaba en el ambiente. Que también fue terrorífica para los Estudios Disney, porque después de esta más que digna despedida, el diluvio de fracasos comerciales: "El caldero mágico", "Policías y ratones" y "Oliver y su pandilla", hasta la nueva resurrección que significó "La sirenita"...

¿POR QUÉ VERLA?

-- Esta peli es, lisa y llanamente, un gran drama. Y con eso no quiero decir "dramón" ni "melodrama". Me refiero al drama que nace de una situación conflictiva y potencialmente irresoluble. Ya la partida, con la muerte de la madre de Tod, una secuencia de acción a la que la palabra "lirismo" no le queda grande en su sencillez, nos pone en coordenadas de lo que vendrá después: quizás desde que se cepillaron a la cierva ésa en "Bambi" que no corrían así las lágrimas. Aquí las ideas están claras: hay elementos de comedia, que sirven de alivio para el drama, vale, es cierto, pero incluso hasta tales secciones están contadas de una manera que no estorben lo más importante, que es el conflicto. Uno de los problemas que plagan a muchas pelis infantiles es la evitación del conflicto, para que todo sea dulce y edulcorado, y proteger la tierna inocencia de los retoños (otro cuento distinto es, por supuesto, la crudeza on-screen, que eso es más complicado). Esta peli no incurre en ese pecado. Vemos como dos niños (un zorro y un sabueso, pero niños al final del día) se hacen amigos, y después la presión de fuerzas sociales más poderosas que ellos los apartan y convierten en enemigos irreconciliables, aunque en su fuero interno siguen siendo los sólidos amigos que eran en la infancia. Se me ocurren pocos temas potencialmente más crudos que tratar en una peli infantil, y sin embargo, ésta lo refiere con enorme estilo. Tengo entendido que la peli fue severamente reformateada de la novela original para hacerla "más para niños", y que por lo tanto los personajes fueron convenientemente antropomorfizados. Si ese fue el caso, debemos conceder que al menos, si bien un producto diferente, al menos es digno y de calidad, porque no se arredra en llegar hasta las últimas consecuencias de lo que significa el condicionamiento social para odiar al prójimo, y del valor que se requiere para saltar las barreras sociales para confraternizar con el que es diferente a ti.

-- Como decíamos, esta peli es lo que podríamos llamar el epílogo de la era Reitherman en los Estudios Disney. Posee todas las virtudes del enfoque de Reitherman, y por qué no decirlo, también muchos de sus defectos. En ese sentido, esta peli es un poco trasnochada, y podía haberse rodado perfectamente a continuación de "La noche de las narices frías" de 1961, como si el mundo no hubiera girado en veinte años (o casi: la novela original es de 1967). Esto no debería ser una sorpresa: después de todo, después del fracaso de la avant-garde "Fantasía" en 1940, los Estudios Disney se convirtieron en un castillo y baluarte inquebrantable del conservadurismo (político, social y moral, por un lado, pero también técnico y artístico, por el otro), y que "El zorro y el sabueso" luzca añeja incluso para su año de estreno es apenas continuar la tradición. Pero por otra parte, admitamos que Wolfgang Reitherman se redime de muchos de sus defectos de enfoque (en particular confundir sentido del humor con ñoñería, pecado que tanto hizo por perder a "La espada en la piedra", "El libro de la selva" o "Robin Hood"... y con esta última no tiene la excusa de "el viejo Walt me obligó" porque ese fiambre ya estaba en su tanque criogénico) y potencia lo que hizo grande a los Estudios Disney en primer lugar, o sea, el drama puro y duro. Hay canciones dentro de la peli, pero no abundan ni tratan de ser festivas, y por lo tanto no resultan tan molestas como en otras pelis Disney. El trabajo de animación es de primera línea, con secuencias muy bellamente filmadas, y que se debe ser muy corazón de piedra para que no te produzcan siquiera un snif. Hay una historia romántica, pero calza muy bien en la historia principal en vez de estorbarla, como a veces sucede (vamos, que no es una de esas pelis en que te das cuenta que le metieron el asunto romántico con calzador para vender mejor el asunto). Y el final, aunque quizás demasiado blandengue (es una peli Disney al final del día, qué esperaban), de todas maneras tiene su cuota de emotividad.

IDEAL PARA: Ver una peli Disney que sin ser de la factura más impecable, más que se merece ser rescatada del olvido.

VIDEOS.

-- Trailer de la peli [en inglés, sin subtítulos].



-- Inicio de la peli [en español].

2 comentarios:

Abranime dijo...

Sigo disfrutando de tus críticas a los clásicos Disney, son de las mejores que haya leído sobre estos temas. Seguiré paseandome por el blog para leer más.

Sólo un error en esta crítica, fe de erratas diría yo: Tod es el nombre del zorro y Copper, el del sabueso.

General Gato dijo...

¡Menuda metida de pata! En fin, gracias por el ojo avizor y el apunte, que ya está corregido (ahora sí que Tod es Tod y Copper es Copper... o eso espero al menos).

Gracias por las felicitaciones, y seguimos adelante.

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