11 años de Cine 9009 en línea.

El próximo 19 de febrero de 2017, Cine 9009 cumplirá once años en línea. Sí, jodíos, cuéntenlos, once en total desde su inauguración en el ya lejano 2006. Y para celebrar, estamos embarcados en una minimaratón de posteos. De manera que entre el domingo 12 y el domingo 19 del febrero que ya mencionamos, habrá un posteo nuevo con una peli nueva cada día, en donde aprovecharemos de repasar algunas que vimos en el cine, y que por un motivo u otro no acabaron publicadas en su día. Y a no quejarse de que llegó demasiado tarde, que ya no las podemos ver en el cine y otras cosas. También está el cable, el streaming, los DVDs para los cuatro gatos que todavía los compran, y... er... well... medios menos legales para conseguírselas. Además, si fuera por eso, no habría posteado pelis de cine mudo que se estrenaron hace sus buenos 90 o 100 años atrás. De manera que... disfruten, y saludos para todo el mundo (eeeeeexcepto para ese perejil de allá... sí, tú, a tí te hablo... el de la IP chistosa... te reconozco, eres el imbécil que no apagó el smartphone el otro día en el cine. Cretino. Pero para el resto, saludos).

domingo, 24 de julio de 2016

"Se levanta el viento" (2013).


-- "風立ちぬ" (Kaze Tachinu, título original en japonés), "The Wind Rises" (título en inglés para distribución internacional), "El viento se levanta" (título en España), "El vent s'eleva" (título en catalán). Japón. Año 2013.
-- Dirección: Hayao Miyazaki.
-- Actuación: Voces de (en el original japonés) Hideaki Anno, Miori Takimoto, Hidetoshi Nishijima, Masahiko Nishimura, Stephen Alpert, Morio Kazama, Keiko Takeshita, Mirai Shida, Jun Kunimura, Shinobu Otake, Nomura Mansai.
-- Guión: Hayao Miyazaki, basado en su propio manga.
-- Banda sonora: Joe Hisaishi.

-- "Se levanta el viento" en IMDb.
-- "Se levanta el viento" en la Wikipedia en inglés.

¿DE QUÉ SE TRATA?

Un niño de pronto decide salir a volar con uno de esos cachivaches que son más pesaos que el aire, un avión que le llaman (por la ambientación, podemos colegir que es esa era tan querida por la nostalgia japonesa, que es inicios del XX). ¡Y vuela! Y vuela y vuela y vuela y... de pronto aparece un ENORME armatoste de esos que te miro feo y te parto en dos en pleno aire, y del mismo se lanzan otras naves, y ATACAN-ATACAN-ATACAN... ¿Estamos acaso ante una elaborada reedición de esos clásicos anime de "niño piloto lucha contra las malvadas robofuerzas que quieren invadir la Tierra"? Pues será que no, porque destrozan el avioncito, el niño comienza a caer, a caer, a caer, ¡¡¡LEÑE QUE SE VA A M...!!! No, era un sueño. Bueno, ya lo intuía. Pero, Hayao... viejo... ¿no está un poco ultrasobajeao ese truco, digo yo? En fin, el caso es que va al cole, y en el cole el maestro le pasa una revista de avioncitos porque es muuuuuu buen chato y dije a pesar de que es "profe a la antigua" (debe serlo, por la portada de la revista sabemos que es 1918). Al salir de clases, el chico va y se lía a golpes con unos bravucones para DEFENDER A UN DÉBIL. Joer, se nos cae la lagrimita de emoción porque el prota es HEROICO (por cierto, la escena de marras, aparte de mostrarnos que es enfermo 'e bueno el jetón, no servirá para NINGÚN otro propósito en la trama, y nada se seguirá d'esto). Salto en el tiempo, vemos ahora al prota un poquito más crecidito en un tren, y a resultas destoquello, va y conoce a una chica... o algo así, porque de pronto el suelo comienza a moverse Y MA'RE MÍA DE BASTET QUE ES TERREMOTO JOER LEÑE TERREMOTO TERREMOOOOOOTOOOOOO!!! (más o menos por la fecha, la peli no lo dice pero nosotros que somos gatos instruidos lo sabemos, podemos colegir que es el terremoto que hizo kakita Tokio en 1923). Y bueno, viene toda la fregatina de moverse por una CIUDAD EN KAOS y tal, y cuando la cosa queda amarrá, el chico pierde de vista a la chica (sí, ya lo sé, lo están intuyendo, y sí, tienen razón. Es de ESAS historias. Muuuuuu japoné too). Nuevo salto en el tiempo (no con máquina del tiempo, claro, sino con ELIPSIS NARRATIVA), y... buenoooooo... acostúmbrense. Es de ESAS historias. Con aviones.

EL ESPÍRITU DE LOS TIEMPOS.

A estas alturas del partido, nadie duda de que Hayao Miyazaki es uno de los nombres más legendarios no digamos del anime, sino de la historia del cine a secas. Pero incluso hasta las leyendas mueren, en carne si no en el recuerdo, y el señor Miyazaki con sus tres cuartos de siglo a cuestas (saquen cuentas, nació en 1941. Exacto, Miyazaki es más viejo que la bomba atómica de Hiroshima, y usen este dato en serio o en tono de comedia (((muy))) negra), el señor Miyazaki, decíamos, ya está en esa edad provecta en donde se puede esperar cualquier cosa. Además, el hombre es un tradicionalista que, no sé qué tan vocal sea al respecto, pero no creo que se sienta muy a gusto en el panorama del anime actual, lleno de shonen de hipermusculosos, violencia, muerte, sangre, destrucción, etc. El señor Miyazaki no es ajeno a estas cosas, por supuesto (bueno, a los hipermusculosos sí, pero sus pelis pueden tener una saludable cuota de violencia, si es el caso, que el hombre no es un melindroso tampoco), pero en Miyazaki, los temas más oscuros (que los tiene, contrario a la caricatura que lo pinta con florcitas-Disney) siempre sirven a un propósito, no son gratuitos por el gusto de impresionar el morbo adolescente. De manera que se retiró del cine. Pero como los pistoleros, disparó una última vez. El hombre tras joyas como "Nausicaa del Valle del Viento", "Mi amigo Totoro", "La princesa Mononoke", "El viaje de Chihiro" y "El castillo andante" entre otras, después de rodar "Ponyo" decidió una secuela, y en el intertanto se puso a dibujar un manga así como entretención personal, sin pensar en que la cosa fuera a llegar lejos. Uno sobre aviones en la época de su propia infancia (bueno, un poco antes. Los eventos de la historia cubren más o menos el período de entreguerras, de la WWI a la WWII). Debemos recordar que el señor Miyazaki creció entre aviones porque su padre y su tío eran dueños de una empresa fabricante de éstos, y aviones fue lo primero que aprendió a dibujar. En realidad era darse un gustito, pero le dijeron que, oye, mira, este trabajo no está nada de mal, ¿por qué no lo haces peli? Y el señor Miyazaki, va a ser que no, que en realidad es un gustito, además no es para niños porque los temas igual son densos para un niño, y le dijeron que oye, alguna vez que los niños se expongan a pelis con temas adultos en vez de, ya sabes, Pokemon u otras merdas, ¿no? (Pokemon sigue existiendo, ¿no? Infórmenme, estoy desactualizado). Y bueno, al final, el señor Miyazaki decidió que este manga de intención un tanto romántica y, por qué no decirlo, con cierta autoindulgencia, iba a ser la siguiente. Y última. Porque dezpué de esto, se retira del cine. Van tres años, y ha hecho buena su promesa. En fin, supongamos que se mantiene en sus trece y decide que no regresará más. En ese caso, domo arigato, Miyazaki-sama. Realmente nos ha dado pelis muuuuuu bonitas, y se ha despedido quizás no a lo grande, pero sí con estilo.

¿POR QUÉ VERLA?

-- Desgraciadamente, la percepción de esta peli está contaminada, de manera irremisible probablemente, por el hecho de que es la última de Miyazaki (bueno, todavía podría regresar para un último ahora sí que último tiro, pero a la fecha de escribir esto, es la última). La evaluación es por lo tanto diferente a que si fuera una más del montón, y qué importa porque vendrán otras después. Y en ese sentido, la peli puede ser algo decepcionante. En general, "Se levanta el viento" es una peli de relativo bajo perfil, con una historia bastante simple e incluso opaca, y al lado de otras pelis que ha rodado el sensei, es probablemente una obra menor. Pero... pero... claro, es que ustedes se han criao con la mentalidá yanketa, y ya sabemos de qué va la cosa, despedirse con un gran BANG por el amor por la pirotecnia y tal. El señor Miyazaki, japonés de suelo a techo y de la cuna a la tumba, eligió algo diferente. Eligió de manera deliberada despedirse con una peli de bajo perfil porque eso es... buenoooooo... es japonés, es muy Zen de su parte, no puedo expresarlo de otra manera. El ciclo de la vida sigue. Es una despedida, pero a la vez no lo es, porque eso no sería JAPONÉS. En ese sentido, se le perdona que la peli sea bastante autoindulgente, mucho más que otras pelis de Miyazaki. Es su último gustito, es una peli que hizo más que nunca para él mismo. Pero claro, si el señor Miyazaki fuera un petardo encantao 'e conocerse a sí mismo, el resultado sería una mugre. Pero, por lo que sus pelis reflejan, el hombre no parece ser esa clase de persona. Si esto es la despedida definitiva, entonces podemos decir que es una despedida tranquila y pacífica, un tranquilo partir hacia unos cuarteles de invierno en donde no hay tristeza ni resignación, sino esa filosófica disposición a estar en paz con las cosas buenas y las cosas malas de la existencia. La elección de las canciones parecería reflejar esto. En un momento clave de la peli, ¿qué se les ocurre cantar? "Das gibt's nur einmal" (Sólo sucede una vez, en alemán). Y luego, al final, con "Hikouki-gumo", es casi como para echar una lagrimita.

-- La peli en sí, es... bueno, no es exactamente una peli para niños. No digo que un niño no la pueda ver e incluso disfrutar (quizás. Que si no hay supers liándose a mamporros, entonces los niños igual se aburren), pero desde luego que muchos temas probablemente pasen silbando rasantes por encima de sus pequeñas cabecitas humanas. La peli entera es una reflexión sobre la naturaleza humana, y sobre la conexión de la misma con el entorno, con eso que podemos llamar genéricamente la vida, el devenir, etcétera. Dos conflictos principales hay sobre el argumento. En primer lugar, la lucha de los protas por tratar de remontar la curva del atraso de la aeronáutica japonesa respecto del resto del mundo, no sólo por un tema de orgullo, sino también por la dimensión práctica de que la guerra se avecina, y en ese día es cuando los aviones tendrán que valer para defender a Japón. En segundo término está la historia romántica. La misma está un tanto forzada, quizás, se esfuerza demasiado en sacar drama un poco por el amor del drama: "miren, las cosas sólo suceden una vez, oh, GUAU qué dramático". Pero no se dejen engañar. Que la historia esté un poco forzada y a veces se esfuerce demasiado por sacar lagrimitas, no quiere decir que, muy en el fondo, tenga razón. La peli juega más la carta de la sutileza y de sugerir cosas, que ser abierta y franca. En ese sentido, aparenta ser sencilla, aparenta mostrar todas las cartas, pero termina resultando bastante inquietante. Las personas estamos más o menos arrojadas a la existencia, pareciera querer decir, y sólo nos resta tratar de sacar lo mejor que se pueda de la vida mientras podamos hacerlo, porque el día de mañana, nadie nos asegura nada. Muchas cosas pueden pasar: que esa chica en particular desaparezca, que una relación sentimental termine muy mal, que el retraso de la industria para la que trabajas al final SEA irremontable, que tengas que esconderte de tu propio gobierno, o peor aún, que al final lleguen los extranjeros a invadir tu país (la peli no muestra la Segunda Guerra Mundial en sí, ni menos la invasión yanketa contra Japón, apenas la sugiere en un diálogo a la pasada, pero es un diálogo lo suficientemente venenoso como para que, si has estado prestando atención, se te encoja el alma). En muchos sentidos, es una peli sobre la pérdida de la inocencia, sobre cómo crecer nos hace vulnerables a los dolores de la existencia... pero también acerca de cómo vivir de la mejor manera posible con lo que somos y con lo que tenemos. La autoindulgencia está, por supuesto, en hacerlo a través de los fetiches recurrentes de Miyazaki (en particular los aviones, claro está), pero el mensaje de fondo no lo es. ¿Es una peli optimista o pesimista? Un poco de ambos. Es una peli agridulce, mucho más agridulce que otras pelis de fondo difícil pero con moraleja optimista al final. No es "Nausicaa del Valle del Viento", no es "El viaje de Chihiro", que siendo un tanto agridulces tienden a cargarse más al dulce que a lo agrio, para que nos entendamos. ¿Entonces está usted haciendo su testamento, dándonos las últimas enseñanzas, señor Miyazaki? Quizás... quizás no. Hacer eso sería algo muy Zen, pero admitirlo sería algo MUY POCO Zen. El señor Miyazaki se contenta con narrar una historia y plantear una manera de pararnos frente al mundo. Lo suyo es una parábola. Va en nosotros el cómo la interpretamos, y si la aceptamos o no. Eso... con aviones.

IDEAL PARA: Ver una de las pelis más reflexivas de Hayao Miyazaki (y la última, casi con toda probabilidad).

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